Lo hizo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en la que reconoció que la situación en lo referido a la vuelta a las aulas “no tiene precedentes”, por lo que “nadie tiene el manual mágico ni las instrucciones que garanticen que la ‘vuelta al cole’ sea segura. Ni nosotros, ni el Gobierno, ni ningún país del mundo”.

Esto le sirvió para destacar que el plan presentado ayer por el Gobierno autonómico en el que se describe cómo será el inicio del curso académico pone de manifiesto que se ha hecho “todo lo que está en nuestras manos a partir de las recomendaciones de los profesionales sanitarios, los docentes y la comunidad educativa”.

Por ello, consideró inapropiado que, una vez que las comunidades están presentado sus planes a, Celáa convoque mañana a los consejeros del ramo para ultimar las medidas de la vuelta a las aulas ante el Covid-19.

HUELGA DE PROFESORES "INSOLIDARIA"

Esto demuestra, según Aguado, que la titular de Educación “carece de liderazgo”, no cuenta con una estrategia para todo el país y deja a las autonomías “a su suerte”.

“Tenemos las competencias, pero necesitamos una coordinación. Si todo recae en las comunidades, ¿para qué existe el Ministerio de Educación?”, se preguntó.

Por su parte, Aguado también se pronunció sobre la instalación de 6.000 cámaras en las aulas para que los alumnos sigan las clases desde casa. Lo hizo que esta decisión responde a que es “previsible o probable” que se produzcan contagios entre los escolares, por lo que juzgó necesario proporcionarles la posibilidad de seguir las clases ‘online’ durante el periodo de cuarentena, siempre y cuando se cuente con el beneplácito de los profesores.

En cuanto a la creación de un coordinador Covid-19 por centro, expuso que éste será un enfermero del centro educativo o una persona del equipo de dirección que tendrán coordinarse con la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad.

Por último, reiteró su rechazo a la convocatoria de huelga de docentes por ser “injusta e insolidaria” y porque “es el momento de arrimar el hombro y no impedir a las familias llevar a sus hijos al colegio”.