Con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que se celebra el 19 de agosto, Manos Unidas dirige la atención hacia una actividad que consideran esencial para paliar las dramáticas consecuencias que crisis climáticas, sanitarias, migratorias o las provocadas por la guerra y los conflictos, entre otras, tienen sobre millones de personas vulnerables en todo el mundo.

La ONG de la Iglesia católica envió cerca de tres millones de euros, que se materializaron en kits de comida, productos de higiene y material sanitario, repartidos en Asia, América Latina y África. El secretario general de la organización, Ricardo Loy, aseguró que con esta ayuda consiguieron “mitigar el hambre y las carencias de más de un millón de personas”. Si bien, en el caso de las ayudas para paliar las consecuencias del coronavirus, lo destinado fue “bastante superior a cuatro millones de euros”, añadió Loy.

AYUDA VITAL

Asimismo, como advirtió Loy, la asistencia humanitaria es vital para las personas en situación de vulnerabilidad y, en multitud de ocasiones, “si no fuera por estas ayudas, estaríamos hablando de crisis mucho mayores”.

Según datos recogidos en su Memoria de Actividades, en el año 2019, Manos Unidas multiplicó por dos sus intervenciones de emergencia, frente a 2018. La ONG aprobó 64 proyectos, por importe de más de 3,7 millones de euros, destinados a acciones de emergencia para paliar las consecuencias de crisis provocadas por conflictos y desastres naturales y a iniciativas de ayuda humanitaria relacionadas con necesidades y situaciones graves en el tiempo, como es el caso del acompañamiento a migrantes, refugiados y desplazados en países de Oriente Medio, África y América Latina.