Según informó la Policía, la investigación comenzó el pasado mes de noviembre tras el conflicto vivido en el piso en el que se ejercía la prostitución, a partir del cual una de las mujeres que era explotada sexualmente contactó con los agentes a través del número de teléfono 900 10 50 90, habilitado por el Ministerio del Interior para tal fin.

A partir de ese momento, los agentes comenzaron una investigación llegando a comprobar que a las mujeres, una vez eran captadas para ejercer la prostitución en un inmueble del barrio de Rekalde en Bilbao, les era retirada su documentación y eran obligadas a entregar el 50% de los ingresos que obtenían por prostituirse. Los detenidos no les permitían salir de la vivienda más de una hora al día, siempre acompañadas por alguno de ellos.

Por este motivo, el pasado 7 de julio, previa autorización del Juzgado de Instrucción nº 7 de Bilbao, y una vez se levantó el secreto del sumario, los agentes procedieron a la entrada y registro de la vivienda denunciada y detuvieron a tres personas: una mujer de nacionalidad boliviana y presunta cabecilla del grupo, y dos hombres, uno de ellos de nacionalidad argelina, y otro, natural de Barakaldo.

Durante el registro, se intervinieron numerosos terminales de telefonía móvil, 730 euros en efectivo y dos pequeñas bolsas con cocaína, varias pastillas de éxtasis, y una balanza de precisión.

Tras tomar declaración a los detenidos en dependencias policiales, uno de ellos -el vecino de Barakaldo- fue puesto en libertad, pasando los otros dos a disposición judicial.