En la denuncia presentada por el padre de la menor se constata un posible delito de odio y reiterados episodios de amenazas, coacciones y golpes propinados por una joven de 17 años a su víctima de 13 años, por ser hija de un guardia civil, según las expresiones de la agresora.

Ambas organizaciones comparten la preocupación de su compañero al que han traslado su apoyo y en este contexto. Además, consideran que es necesario buscar soluciones para este tipo de comportamientos cada vez más extendidos en determinados colectivos de menores.

En este sentido, hacen un llamamiento a las instituciones de la ciudad para que tomen cartas en este tipo de asuntos y eviten que se puedan producir nuevas agresiones en la zona, y por tanto se agraven situaciones de indefensión y vulnerabilidad ante la presencia de bandas de jóvenes menores de edad.

Jucil y Jupol consideran inaceptable que una menor pueda ser agredida por el hecho de ser hija de un agente de la Guardia Civil y apoyan al agente y a su familia, a la que aplauden por la decisión de denunciar los hechos para protegerse y evitar en lo posible nuevas agresiones.