“La prioridad tiene que ser ahora que la economía rebote, sin duda, porque si tratamos de estabilizar las cuentas muy rápido, lo que vamos a hacer es estrangular a la economía y va tener un efecto contraproducente”, advirtió al ser preguntado sobre el debate acerca de una subida impositiva y, en particular a la banca, durante la presentación de resultados de Caixabank.

Si bien el banquero consideró que el debate sobre aumentar la fiscalidad a la banca “no es de lo que se espera ahora”, alertó sobre dicha tentación cuando la economía necesita a un sector financiero que le provea de liquidez y crédito. “La banca en este momento lo que está es teniendo mucha menor rentabilidad y necesitamos una banca fuerte y sana para que pueda hacer lo que ha estado haciendo estos meses, que es darle crédito a la economía y, por tanto, me parece que, independientemente de que no tenga sentido de por sí, es desde luego el peor momento para cargar con más cuestiones de este tipo a la banca”, zanjó.

Como concepto general reconoció que, como sociedad, “tenemos que hacer una reflexión” sobre todos los costes que “no hay más remedio que asumir” porque supondrán un aumento del déficit y de la deuda pública, y habrá que analizar “cómo ponemos las cuentas en orden”, pero sin precipitarse.

“Creo que no es necesario hacer los cambios inmediatamente. Lo más necesario es que la economía recupere su vigor” y a medio plazo, “habrá que tomar medidas para equilibrar las cuentas”.

A su entender esto no será “en el 2020 ni tampoco en el 2021”, ya que la prioridad ahora es “asegurar es que la economía rebote, porque si no habrá muchos más impuestos, pero mucho menos base para para pagarlos”.

A su juicio habrá que promover una discusión al respecto y lo deseable es que se busque “un consenso importante, porque es un problema que tenemos todos los españoles” de cómo estabilizar las cuentas.

Tras considerar que el dato conocido hoy de que el PIB se hundió un 18,5% en el segundo trimestre del año, es “positivo” porque la propia Caixabank esperaba un 27% de retroceso, valoró las medidas ya adoptadas por el Gobierno y se felicitó de que la Unión Europea haya aprobado el fondo de recuperación, dando pasos para mutualizar la solución con la emisión común de deuda.

“Tenemos la suerte de que Europa ha tomado una decisión histórica que es buena para Europa, por supuesto, es buena para España y para todos los países europeos o no la hubiesen tomado”, remarcó. Según detalló lo importante ahora es que el vehículo se apruebe pronto y “esos fondos se distribuyan bien” y “rápido”.

A escala nacional estimó que hay que “seguir manteniendo las ayudas mientras tengamos situaciones de baja actividad” para sectores que luego recuperarán su actividad, algo que se podría conseguir prolongado los avales del ICO y los Expedientes de Regulació Temporal de Empleo (ERTE).

En alusión a sectores como el turismo y todo lo que lo rodea se mostró partidario de continuar apoyándolos más allá de septiembre, dado que “desafortunadamente” ahora “parece ser que la temporada donde teníamos la esperanza de que fuera en el verano mejor, pues no va a recuperar la actividad como se preveía”.

Sin embargo, abogó por dirigir bien los apoyos y evitar sostener artificialmente empresas zombies. “Lo que no tiene sentido es mantener empresas vivas si no van a ser viables”, precisó, apostando por formar a los trabajadores actualmente ocupados en dichas compañías o sectores para que puedan entrar en otras empresas viables. “Si ya no hay una solución, es mejor buscar la solución de transformación o digamos no seguir subsidiando actividades que puedan no tener futuro”, agregó.

Entre los retos futuros apuntó también la digitalización, acabar con la dualidad del mercado laboral, que tanto está perjudicando además con precariedad de empleos a los jóvenes. “No podemos sacrificar el futuro de un país, porque el futuro para eso son nuestros jóvenes (…) Tenemos que llegar a un consenso para asegurarnos que no son ellos los que casi siempre salen perjudicados, como ha sido en los casos anteriores”, refirió.