Sin contabalizar el ajuste de valoración en la filial estadounidense, se anotaría un beneficio de 928 millones, aunque cae 62% en la comparativa interanual por las dotaciones extraordinarias efectuadas por la pandemia, según detalló este jueves el banco.

En el segundo trimestre estanco su beneficio ascendió a 636 millones, cifra que supera en un 118% la cosechada en el primer trimestre si se aisla el efecto EEUU, pero que también cae un 49,5% interanual tras incorporar las dotaciones por valor de 644 millones realizadas por el Covid.

Sin embargo, la cuenta subyacente avanza y su desempeño se basa en una evolución del negocio. La cartera bruta de créditos aumentó, en concreto, un 1,5% con respecto al cierre del pasado año y crecería un 6,9% si se aisla el efecto de las divisas; mientras que los depósitos de clientes gestionados crecieron un 4,7% a tipos corrientes.