“Pensábamos que íbamos a liberar el ‘Alakrana’”, señaló el testigo durante su declaración en la vista oral que la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando contra Abdu Willy y Raageggesey Hassan Haji. El atunero vasco fue finalmente abandonado por los piratas tras 47 días de secuestro y después del supuesto pago de un rescate, sin que se llevara a cabo una intervención militar.

En el mismo sentido declaró el teniente de la armada G. M., responsable del operativo que se saldó con la detención de los dos acusados. Este testigo explicó que el comandante de la Fragata Canarias le ordenó el mismo día del secuestro, el 2 de octubre de 2009, que preparara un operativo para el rescate.

Al día siguiente, el comandante le informó de que los aviones de la operación Atalanta habían localizado un esquife que se había soltado del “Alakrana”, por lo que decidió preparar una operación de asalto.

DISPAROS DE ADVERTENCIA

La embarcación en la que los dos acusados intentaban alcanzar las costas de Somalia fue interceptada por el helicóptero de la Canarias. Se dieron a los presuntos piratas varios avisos para que detuvieran el esquife, pero, como no lo hacían, el helicóptero realizó un disparo de advertencia.

Los acusados pararon entonces la embarcación, se levantaron y pusieron las manos en alto. Cuando los militares españoles llegaron a las proximidades, ya de noche, a bordo de dos lanchas de asalto, Abdu Willy y Hassan Haji ya no se encontraban de pie, si no que estaban escondidos debajo de unas mantas.

Lo primero que hicieron fue lanzar advertencias en inglés, francés y español, pero, como no recibieron respuesta, afectaron un disparo de advertencia por encima de la embarcación.

HERIDO DE GRAVEDAD

El teniente, que comandaba la operación de asalto, explicó ante el tribunal de la Audiencia Nacional que la situación “era un poco comprometida” porque los militares españoles desconfiaban de los presuntos piratas.

Fue entonces, cuando se encontraban a cinco o seis metros del esquife, uno de los tripulantes, en concreto Hassan Haji, “se levantó de forma repentina por nuestro lado y levantó lo que parecía un arma”.

El teniente, que iba equipado con gafas de visión nocturna, realizó dos disparos de advertencia, pero uno de los proyectiles fue directamente hacia la embarcación y perforó el hombro de Hassan Haji. “La distancia era muy corta, el movimiento de la mar hizo que no fuera suficiente la desviación que hice del arma, pensábamos que podían ir armados”, explicó el testigo en referencia a por qué uno de los disparos hirió de gravedad al presunto pirata.

NAVAJA DE ALBACETE

El teniente confirmó además que en el esquife de Abdu Willy y Hassan Haji se encontraron, entre otras cosas, 16 bidones de combustible, seis móviles pertenecientes a los marineros, ropa, cartones de tabaco, utensilios de cocina con el anagrama de la Unión Europea, 2.500 dólares y una navaja de Albacete.

En este sentido, y en contra de la versión de los acusados, quienes aseguraron ante el tribunal que eran simples pescadores que se encontraban faenando cuando fueron secuestrados por el grupo de piratas que asaltaron el “Alakrana”, señaló que en su embarcación no encontraron ni pescado ni aparejos para la pesca.

“Era una embarcación común en los piratas de la zona”, dijo sobre el esquife en el que fueron apresados los acusados.

En este sentido, explicó que durante los interrogatorios a los que les sometieron en la Fragata Canarias los acusados alegaban de forma recurrente que eran pescadores que habían sido secuestrados.

El teniente de la Armada fue preguntado por último si antes de la liberación observó algún movimiento para el pago de un rescate. “Yo no sé nada”, respondió.

ACTITUD “CHULESCA”

Los cuatro militares que declararon hoy en la Audiencia Nacional coincidieron en señalar que durante su custodia en la Fragata Canarias y los interrogatorios a bordo los presuntos piratas, sobre todo Abdu Willy, demostraron una “actitud chulesca y prepotente”.

El juicio se retomará mañana, jueves, con la declaración de más militares españoles.

El fiscal encargado del caso, Jesús Alonso, pide para Abdu Willy y Raageggesey Hassan Haji sendas penas de 220 años de cárcel al acusarles de 36 delitos de detención ilegal -por los 36 tripulantes del atunero- y de un delito adicional de robo con violencia.

Las acusaciones particulares ejercidas por cuatro marineros les atribuyen de forma adicional un delito de asociación ilícita.