Un porcentaje que, aunque sigue siendo "muy elevado", es algo menor que el 44,8% que se produjo hasta mayo. De hecho, "a partir de junio comenzó a percibirse una ligera moderación que, de momento, sigue manteniéndose".

La producción de las fábricas de cemento españolas experimentó una evolución similar a la del consumo y, hasta agosto, alcanzó los 19,7 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 35,4%.

Por otra parte, las compras de cemento a otros países continuaron con una tendencia a la baja, hasta situarse en el -71,4% con respecto a los mismos meses del año pasado. Aún así, y a pesar de la falta de demanda, llegaron 1,7 millones de toneladas de cemento y 'clinker' hasta el mes pasado. Oficemen considera que en todo el ejercicio las importaciones superarán los 2,5 millones de toneladas.

Desde la patronal de las empresas cementeras "compartimos el objetivo planteado por el presidente del Gobierno de alcanzar a medio plazo un mercado estable de 400.000 viviendas nuevas al año y confiamos en que el impulso de la obra pública pueda ayudarnos a salir del escenario en el que nos encontramos, aportando estabilidad a nuestra actividad hasta que el mercado residencial se haya equilibrado".