Según el Cermi, "Europa adolece de dimensión social", que es un ámbito de decisión reservado a los Estados miembro y que "no ha sido mancomunado como cuestión propia de la Unión".

La UE no puede legislar y establecer políticas y estrategias de obligado cumplimiento en este terreno, lo que "supone un lastre a la hora de lograr una sociedad Europea cohesionada e inclusiva, que mire y privilegie lo social", lamentó.

Denunció que "el Pilar Europeo de Derechos Sociales, que aspira a conferir a los ciudadanos unos derechos sociales nuevos y más efectivos, no tiene el rango de norma fundamental dentro de Derecho de la Unión Europea, tratándose más de una tendencia o un horizonte que perseguir que de una realidad jurídica invocable y materializable".

Para el Cermi, este "es el momento de que lo social se inserte en el núcleo duro, normativo y político de la Unión".

Por ello, ese pilar social debe “constitucionalizarse”, defendió, gozando así del máximo nivel de reconocimiento, protección y vinculación.

Dentro de su campaña 'La Europa de las Personas: una esperanza compartida', el Cermi reclama que el Pilar Social de Derechos Sociales se eleve del plano de los deseos al de los hechos.