Más de un millón de personas caerán en inseguridad alimentaria aguda durante 2020 en Yemen, que sumará 3,2 millones de hambrientos

MADRID
SERVIMEDIA

Alrededor de 1,2 millones de personas caerán en inseguridad alimentaria aguda en Yemen al terminar el año, que concluirá con 3,2 millones de personas en esta situación crítica, frente a los 2 millones de finales de 2019.

"La crisis económica, los conflictos, las inundaciones, las langostas del desierto y ahora la Covid-19 están generando una tormenta perfecta que podría revertir los avances en seguridad alimentaria obtenidos con mucho esfuerzo en Yemen", advirtió este miércoles la última Clasificación Integrada en Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) que elaboran la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y sus aliados.

El análisis llevado a cabo hasta ahora en 133 distritos del sur de Yemen pronostica un aumento alarmante del número de personas que afrontan altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, es decir, en Crisis (CIF Fase 3) y Emergencia (CIF Fase 4) para fin de año.

Según las agencias de la ONU, La inseguridad alimentaria aguda en estas zonas disminuyó el año pasado gracias "a un impulso masivo de la ayuda humanitaria, pero todo ese trabajo podría echarse a perder rápidamente".

Se estima que el número de personas que afrontan altos niveles de inseguridad alimentaria aguda pasará de 2 millones a 3,2 millones en los próximos seis meses", esto es, aumentará un 40%.

"El país se halla hoy al borde de la crisis de hambre" de la que consiguió salir hace 18 meses, destacaron.

CAUSAS

La crisis económica, acompañada de una rápida inflación y de la caída de la moneda local, es la principal causa del hambre en Yemen, además del conflicto bélico.

La Covid-19 y las medidas para contener la pandemia afectan a la disponibilidad, el acceso y la oferta de alimentos en el mercado al limitar las importaciones, así como a las oportunidades para obtener ingresos y a los salarios.

Asimismo, las remesas de los yemeníes en el extranjero también han disminuido cerca de un 20% y se espera que sigan cayendo.

Por otro lado, están surgiendo nuevas zonas de reproducción de langostas del desierto y “gusanos cogolleros” a consecuencia de condiciones ecológicamente favorables como las lluvias. Estos insectos amenazan la producción de alimentos en Yemen e incluso más allá de la región.

Se pronostica, por ejemplo, que la producción de cereales de este año será de 365.000 toneladas métricas, menos de la mitad de los niveles anteriores a la guerra.

Finalmente, las inundaciones repentinas ya han tenido un impacto devastador en algunas zonas y se espera que la mayoría de los distritos a lo largo de la costa sean golpeados por ciclones durante los próximos meses.

(SERVIMEDIA)
22 Jul 2020
AGQ/ecr