Análisis macroeconómico
El Banco de España prevé un repunte del consumo durante el verano por las compras pospuestas en el confinamiento
- Ve “crucial” para la demanda que la proporción de empleos que puedan ser salvados mediante ERTE sea lo más elevada posible
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El Banco de España prevé un “eventual rebote del consumo de los hogares” a partir del verano, especialmente de productos duraderos, por la demanda acumulada no satisfecha durante el periodo de confinamiento, en el que las limitaciones a la movilidad y las restricciones a determinadas actividades económicas afectaron más al consumo que el deterioro económico producido por el incremento del paro.
Esta es una de las conclusiones del informe ‘Evolución del consumo en españa durante la vigencia del estado de alarma: un análisis a partir del gasto con tarjetas de pago’ publicado este martes por el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos.
En cuanto al tercer trimestre, espera que, una vez retomadas la mayor parte de las actividades que fueron suspendidas y normalizada la posibilidad de que las personas circulen sin restricciones, la evolución del consumo refleje fundamentalmente el impacto, sin duda severo, que la crisis pueda tener sobre sus determinantes habituales como el desempleo.
En este sentido, señala que constituye “un elemento crucial” para las perspectivas de este componente de gasto que la proporción de empleos que puedan ser salvados mediante ERTE sea lo más elevada posible.
Por otro lado, indica que las medidas de protección de las rentas y de ayuda a los hogares más vulnerables constituirán también elementos de soporte del consumo, dada la elevada propensión marginal al gasto de los grupos poblacionales beneficiarios de esas medidas
Sobre la evolución durante el estado de alarma, explica que la caída del consumo durante la crisis sanitaria del Covid-19 ha sido muy superior a la que sugerirían sus determinantes habituales, lo que apunta a que otros factores como el aumento de la incertidumbre en torno al curso de la enfermedad y a sus repercusiones económicas, y las restricciones a la movilidad personal y a diversas actividades económicas explicarían en gran medida la fuerte caída de la demanda.
En referencia a las restricciones a la movilidad, concluye que el impacto de esta perturbación se habría concentrado en el período de vigencia del estado de alarma, entre el 14 de marzo y el 21 de junio, aunque su magnitud habría sido decreciente desde que en mayo se iniciara el proceso de desescalada.
Por ello, defiende que la intensidad de las restricciones a la movilidad y a determinadas actividades productivas podría haber sido el principal factor explicativo de la evolución del consumo privado en España desde el comienzo de la pandemia
En esta línea, advierte de que cabe esperar que, en el futuro inmediato, el gasto en capítulos como el ocio o los viajes siga viéndose lastrado por el mayor grado de persistencia de las restricciones a estas actividades, lo que contribuirá a limitar la recuperación del consumo.
(SERVIMEDIA)
21 Jul 2020
JBM/gja