Sector financiero
Los inversores internacionales controlan ya el 50,2% de las acciones españolas, frente al 48% del año pasado
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Los inversores no residentes controlaban a finales del pasado ejercicio un 50,2% de las acciones cotizadas españolas, cuota récord que supera en dos puntos porcentuales la posición del año anterior y en diez al peso que tenían hace una década.
Son datos del último informe del Servicio de Estudios de BME facilitado este jueves y que atestigua el atractivo para los inversores internacionales que representan las cotizadas españolas, en parte por la alta rentabilidad por dividendo que abonan.
La otra cara de la situación es que la participación de las familias en la propiedad de las acciones baja hasta el 16,1%, aunque más de 2 millones de hogares son propietarios de títulos de compañías nacionales.
Se trata de un punto menos que el año anterior y se sitúa lejos del 35,1% que llegaron a poseer las familias en el año 1998, si bien BME explica que esta tendencia "certifica la convergencia con el resto de Europa, donde la participación directa de los inversores minoristas en la bolsa tradicionalmente ha sido inferior que en España".
No es así en cuanto a la participación de los inversores internacionales, ya que supera a la de otros grandes mercados europeos como el francés, donde a finales del 2018 era del 42,2%, conforme a los últimos datos del Banco de Francia.
BME justifica la fuerte penetración en parte por la internacionalización de las empresas cotizadas españolas y "la competitividad tecnológica y transparencia de la bolsa española".
Pero también lo atribuye al rendimiento puesto que los dividendos de las cotizadas "volvieron un año más a ser una referencia de rentabilidad en el mundo" y la bolsa española "se situó nuevamente en posiciones de liderazgo internacional", con un 4,5% de rentabilidad anual por dividendo al cierre de diciembre, según datos homogéneos de MSCI.
Conforme a dicho indicador, en ningún mes de los últimos 12 años el rendimiento por dividendo en España ha sido inferior al 4%, y en el promedio de las últimas tres décadas se sitúa "en primera posición comparada con la misma ratio calculada para otras bolsas desarrolladas del mundo".
"Es posible que este diferencial sostenido en el tiempo sea uno de los factores que más atraen a los inversores extranjeros a participar y mantenerse activamente en el día a día de nuestras empresas cotizadas", admite BME.
En términos absolutos la retribución total al accionista en la bolsa española alcanzó en 2019 los 31.706 millones de euros, un 5,3% más que en 2018. De ese importe, 30.544 millones correspondieron a dividendos, un 6,1% más, y el resto en buena parte tuvo que ver con su revalorización bursátil.
En cuanto a la dilución de los hogares recuerda que ha sido paralelo a un crecimiento de los fondos de inversión. Con todo, 2,14 millones de hogares españoles poseen acciones, según datos del Banco de España recogidos por BME.
Tras los extranjeros, los segundos accionistas por relevancia son las empresas no financieras que a finales del pasado año controlaban el 20,8% de la capitalización total de las cotizadas nacionales, en su caso similar al anterior año. Los bancos y cajas son propietarios del 2,8% de manera específica, mismo porcentaje que mantienen las Administraciones Públicas.
(SERVIMEDIA)
16 Jul 2020
ECR/gja