En concreto, en los nueve primeros meses de 2010 se concedieron 143.538 permisos a extranjeros, mientras que en el mismo periodo del año anterior se autorizaron 286.416.

El descenso es aún mayor en el caso de las nuevas autorizaciones de trabajo, mientras que es más moderado en las renovaciones.

El año pasado se otorgaron hasta septiembre sólo 7.173 autorizaciones iniciales de trabajo, una tercera parte que las registradas en igual periodo de 2009 (21.539).

Por su parte, las renovaciones ascendieron el año pasado a 82.699, frente a las 196.414 del ejercicio anterior. Por último, en los nueve primeros meses del año las autorizaciones por arraigo o protección internacional ascendieron a 53.666 en 2010, frente a las 68.463 de 2009.

A pesar de la fuerte caída en el número de autorizaciones de trabajo a extranjeros en comparación con 2009, la diferencia es aún mayor si se comparan las cifras con años anteriores. En concreto, 2009 fue el ejercicio desde el año 2003 que cerró con el menor número de autorizaciones, con un total de 366.856 en el conjunto del ejercicio.

Este dato es muy inferior al registrado en otros años, como 2006 (857.052) o 2008 (790.205) y, sobre todo, 2005, cuando el número de autorizaciones alcanzó su cifra más elevada con más de un millón de permisos (1.030.944).

Los extranjeros mayores de dieciséis años precisan de la correspondiente autorización administrativa para ejercer cualquier actividad lucrativa, laboral o profesional. Esta autorización lo habilita para residir en España durante el tiempo de su vigencia.