Clima
Las noches tórridas se duplican en una década en el Mediterráneo español
- Según un estudio de la Aemet
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El calentamiento global tiene también su reflejo en que cada vez hace más calor durante las madrugadas, hasta el punto de que las noches tórridas o ecuatoriales (esto es, cuando la temperatura mínima no baja de 25 grados) se han duplicado en sólo una década en zonas del Mediterráneo español.
Así se desprende de un estudio realizado por el jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunidad Valenciana, José Ángel Núñez, que destaca que las noches tropicales (cuando la temperatura mínima no cae de 20 grados) son ya habituales en las últimas décadas en las ciudades ribereñas del Mediterráneo, por lo que conviene analizar también el incremento de noches tórridas o ecuatoriales.
El estudio, recogido por Servimedia, indica que ambos fenómenos se producen sobre todo en verano, cuando las noches son más cortas y debido a la gran influencia del mar en la temperatura del aire en las localidades costeras.
La situación veraniega más habitual en el área mediterránea, con días estables y régimen de brisas, es que la temperatura media evolucione de forma similar a la del mar, que suele llegar a sus valores máximos en la primera quincena de agosto. Entre 1971 y 2000, la mayor parte de la zona mediterránea superó ampliamente las 50 noches tropicales al año.
Por ejemplo, las noches tropicales casi se han cuadruplicado desde 1938 en Valencia. Núñez achaca tal circunstancia al cambio climático y al "crecimiento de la isla de calor de las grandes ciudades", puesto que la estructura urbana impide la circulación de aire de las típicas brisas de tierra nocturnas, que, aunque muy débiles, refrescan las noches de zonas de playa o de fuera de la ciudad.
Además, los materiales que componen la estructura urbana (el asfalto, el tráfico, los edificios...) concentran el calor en el centro urbano durante el día, que luego resulta más difícil disipar a lo largo de la noche.
"En climatología habría que diferenciar la contribución de cada uno de esos dos factores al incremento del número de noches tropicales en nuestras ciudades, el del cambio climático, que es un efecto global, y el de la estructura urbana, que es un efecto local, pero, sociológicamente, lo cierto es que un habitante de una gran ciudad mediterránea como Valencia, Barcelona, Alicante, Palma, etc., por los efectos combinados de ambos factores, los dos de origen antrópico, sufre muchas más noches tropicales que hace sólo medio siglo, lo que supone un riesgo para la salud", apunta Núñez.
Respecto a las noches tórridas, apenas se dieron en Valencia antes de la década de los 80 del siglo pasado si se tiene en cuenta el umbral de 25 grados de temperatura mínima. Esta localidad ha pasado de registrar cuatro noches ecuatoriales en la década de 1980 a 12 en la de 1990, 21 en la de 2000 y 40 en la de 2010, es decir, este fenómeno se ha multiplicado por 10 en apenas 40 años y se ha duplicado en el último decenio respecto al anterior.
Por otro lado, Núñez subraya que las noches tropicales se han expandido en el tiempo, de manera que hace 70 años ocurrieron entre el 30 de junio y el 12 de septiembre en Valencia (74 días), mientras que al final de la segunda década del siglo XXI se han producido entre el 2 de junio y el 4 de octubre (124 jornadas).
(SERVIMEDIA)
06 Jul 2020
MGR/gja