En sentido opuesto (Francia-España), este proyecto supondrá un aumento de capacidad del 125%. En total, la interconexión a través de Irún y Larrau totalizará 7 bcm (miles de millones de metros cúbicos) en ambos sentidos.

Una capacidad considerable, según fuentes del sector, dado que el consumo anual de gas asciende, en España, a cerca de 35 bcm y en Francia, a 43 bcm. Se suma el hecho de que, a partir de principios de 2010, el sistema español de gas contará con unos 8 bcm adicionales procedentes de Argelia, a través del gasoducto Medgaz.

El proyecto de interconexión con Francia tiene una inversión asociada de cerca de 3.137 millones de euros en total (1.337 corresponden a España y 1.800 a Francia) que tendrán que asumir los transportistas (las españolas Enagás y Naturgas, y las francesas TIFG y GRTgaz). De ahí que precisen conocer las intenciones del mercado (para saber si recuperarán, a través de peajes, esta inversión).

Los sondeos preliminares reflejaron el interés del mercado por este proyecto, que tendrá que materializarse con cifras concretas a principios del otoño.

El próximo 30 de septiembre es la fecha límite para la recepción de solicitudes de las comercializadoras, y el resultado de la asignación de capacidad será definitivo el 30 de octubre.

De este modo, el éxito del proyecto de interconexión España-Francia dependerá del interés de las comercializadoras que, si bien han dejado claro su apuesta por el mismo, podrían achantarse en un momento de crisis económica, como el actual.

Si, como cabe esperar, la interconexión prospera, se emprenderá una segunda fase, con fecha en 2015, que supondrá abrir otra conexión por Cataluña e incorporar otros 7 bcm de capacidad a la interconexión.