Primero se hizo en suelo español, donde la Alcazaba de Badajoz fue el enclave elegido para recuperar la comunicación entre los dos países. Las mascarillas y la distancia de seguridad marcaron un acto en el que las autoridades no pudieron mostrar el cariño que se tienen por el coronavirus.

Al otro lado de la frontera se repitió la escenografía de himnos oficiales, esta vez primero el español, y el posado de los cuatro mandatarios que se había hecho en Badajoz.

El Castillo de Elvas fue en esta ocasión el fondo elegido para mostrar la comunicación recuperada entre España y Portugal.

Juntos -ya sin mascarillas- se asomaron a la muralla del Castillo que, gracias a lo elevado que está el pueblo, permite una panorámica del campo que se extiende casi hasta la frontera con España.

Además, Felipe VI, Marcelo Rebelo de Sousa, Pedro Sánchez y António Costa pasearon por la rúa de las beatas de Elvas mientras dos drones policiales vigilaban la seguridad del enclave. En el paseo saludaron a varias personas que se asomaron a los balcones, así como a una treintena que, al final de la visita, trasladaron muestras de apoyo a los mandatarios.

Especialmente afectuosos, más que en territorio español, fueron con Felipe VI al que le gritaron varios ‘viva el Rey’ e incluso le mostraron cariño para sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta.

Acabado el paseo, los cuatro junto a sus delegaciones se retiraron en furgoneta a un establecimiento próximo para un momento privado.