Calviño comparecía en el Congreso y validó la “adaptación” del apoyo extraordinario surtido por los Expedientes de Regulación Temporales de Empleo (ERTE) “para que sigan cumpliendo su cometido”. La vicepresidenta se mostró confiada, de hecho, en que “en breve” haya un acuerdo en materia de ERTE con los agentes sociales que permita al Gobierno “adoptar las medidas adecuadas”.

Asimismo, expresó interés en seguir trabajando con los agentes sociales para avanzar en mecanismos que permitan, “de cara al futuro”, que los ajuste se hagan en las horas y no en trabajadores, impulsar la formación, realizar una distribución irregular de la jornada laboral o la reorientación profesional de todos los trabajadores que no puedan reincorporarse al mercado inmediatamente, entre otros ajustes.

Durante su intervención reiteró la previsión del Gobierno de una recuperación en forma de V asimétrica, con una caída “muy intensa” en la actividad del segundo trimestre de este año y una progresiva recuperación del segundo semestre “para alcanzar un fuerte crecimiento en 2021”.

Tras la hibernación indicó que los indicadores muestran ya “un cambio de tendencia con una progresiva recuperación de la actividad económica y el empleo”, sobre todo, en el mercado laboral donde más de un millón de trabajadores que estaban acogidos a ERTE han vuelto a sus puestos de trabajo, 150.000 entre los pasados viernes y el lunes, y se ha recuperado un tercio de las afiliaciones perdidas hasta el mes de abril.

Además, refirió que en mayo se produjo “un repunte” de determinados indicadores de opinión de los gestores de compra y de los de confianza empresarial y otros indicadores diarios, como el consumo eléctrico, “apuntan a un repunte incipiente de la actividad económica” o el gasto con tarjeta.

“Evidentemente, nos queda un largo camino por delante para recuperar la agilidad del empleo perdido, pero estos indicadores nos reafirman en que nuestras previsiones son prudentes y nuestras acciones acertadas”, se ratificó, convencida de que la economía se acelerará a partir de la segunda parte del año “si la reactivación en Europa sigue sin marchas atrás significativas”, si lo hace América y se continúa “tomando las medidas adecuadas a nivel nacional y comunitario”.

Al respecto abogó también por “seguir apoyando a los sectores tractores más afectados por la crisis”, con planes de choque coordinados con los diferentes agentes sociales como los ya anunciados para el turismo y el sector de automoción.

Abogó además por poner en marcha del plan de reformas e inversiones defendido por ella misma en la Comisión de Reconstrucción del Congreso y que pivota sobre cinco grandes pactos, que incluyen la transición ecológica y digital, la formación o la vertebración territorial, entre otros pilares.

Calviño expresó su deseo de hacerlo con el concurso de todos, políticos, agentes sociales y sociedad, pero avisó de que “todos hemos de ser conscientes de que las medidas de apoyo a los sectores y las medidas de apoyo a los agentes” suponen un “esfuerzo muy importante de toda la sociedad española” y “un Gobierno responsable tiene que asegurarse adoptar aquellas medidas más efectivas”, frente a la “multitud” de solicitudes que llegan de “todos los sectores productivos de nuestro país y todos los operadores económicos”.

Así indicó que toca gestionar los recursos de “todos” los españoles “con la máxima eficiencia para tener el máximo impacto en términos de crecimiento”, al tiempo que se vuelca el esfuerzo en proteger al tejido económico y social, y se apoya la reactivación.

En este plan entra aprovechar al máximo los fondos europeos, especialmente el nuevo Fondo de Reconstrucción propuesto por Bruselas, y al respecto demandó que “todos actuemos con la misma voz” y “con un mismo mensaje en las instituciones europeas”.

Calviño intervenía en interpelación por el diputado del PP, Mario Garcés, al que conminó a apoyar en esta tarea con el argumento de que la situación “exige que todos estemos a la altura de las circunstancias”, incluidos empresarios, sindicatos, sociedad, comunidades autónomas y el arco parlamentario. “Lo que seamos capaces de proponer e impulsar entre todos determinará el futuro de nuestro país. Repito: todos, porque es una tarea de esta magnitud y ambición”, resumió.

Durante su intervención el diputado del PP alertó sobre la parte más a la izquierda del Gobierno “que reclama un cambio de modelo, un nuevo paradigma económico” y acusó al Ejecutivo de romper el equilibro con acuerdos “hacia el nacionalismo y el populismo”. “España no se construye desde la radicalidad”, espetó Garcés, recordando que un vicepresidente, en alusión velada a Pablo Iglesias, “clama por la privatización de algunas entidades privadas”.

El diputado del PP aseguró tender la mano, pero con políticas coincidentes. “La mano la tenemos tendida permanentemente”, insistió antes de pedir aclaración sobre si está el Gobierno dispuesto a llegar a determinados acuerdos. Garcés demandó, por ejemplo, si prevé prolongar los ERTE hasta final de año, mantener los mecanismos de flexibilidad laboral y no derogar la reforma laboral, pese al acuerdo suscrito entre el PSOE, Podemos y Bildu.

También inquirió si respaldan desarrollar una ley de segunda oportunidad para dar soluciones a empresas que puedan encontrar problemas cuando se extingan los ERTE y los pasivos circulantes; y reclamó claridad sobre la política presupuestaria y si seguirá el consejo de la Airef y Banco de España de atajarla con un mix de racionalización del gasto y mejora de ingresos.