En un nuevo informe sobre las medidas laborales por el Covid-19 publicado este lunes, Fedea señala que, en ausencia de acuerdo para prolongar los ERTE hasta diciembre como piden los agentes sociales, se extiendan hasta septiembre los ERTE por causa de fuerza mayor y se transformen en “ordinarios” por causas económicas a partir de octubre en los sectores más afectados.

En particular, en una primera fase Fedea cree “imprescindible” prorrogar todas las medidas extraordinarias sobre protección por desempleo y modificar el patrón de exoneraciones de las cuotas sociales para redirigirlo “desde la subvención de las horas no trabajadas a la de las horas trabajadas”.

La organización observa que el actual esquema “no funciona adecuadamente porque desincentiva el paso de un ERTE por causa de fuerza mayor completo a otro parcial” porque al reincorporar a una parte de la plantilla pierden una parte “muy considerable” de las exoneraciones. Además, apunta que las empresas no están habituadas a pagar las cuotas sociales de sus empleados que no trabajan, “lo que puede inducir a que algunas prefieran reincorporar a parte de su plantilla en situación irregular y ahorrarse los pagos de las cotizaciones de los que trabajan y de los que aún no lo hacen”.

En opinión de Fedea, se deberían mantener exoneraciones “generosas” para los trabajadores que siguen en ERTE, en particular en los sectores donde persistirán restricciones a la actividad, por lo que plantea que se prorroguen durante tres meses los porcentajes de exoneración que aplican actualmente en el caso de los ERTE parciales.

Para el período de octubre a diciembre, propone vincular los porcentajes de exoneración al ritmo de la recuperación de la actividad, lo que permitiría diferenciar los incentivos por sectores.

Del mismo modo, considera relevante dar flexibilidad a las empresas para afectar o desafectar a trabajadores según evolucione su actividad.

Para los autónomos se plantea una exoneración parcial o total de la cuota de la Seguridad Social “de forma selectiva” en aquellos sectores cuya actividad no se vaya a recuperar en un plazo de tiempo.

MANTENIMIENTO DEL EMPLEO Y DESPIDO

Por otra parte, en el informe se aboga por revisar la exigencia de mantenimiento del empleo durante seis meses después de la reincorporación y limitarla a que no existan despidos declarados improcedentes o nulos.

En este sentido, Fedea explica que puede haber muchas empresas en ERTE por causa de fuerza mayor que terminen en quiebras o concursos, bien porque los despidos llegan demasiado tarde para salvar a la empresa o bien porque el coste asociado a la penalización acabe siendo inasumible para la empresa.

Una alternativa a la actual penalización con la devolución de las exenciones de cuotas acumuladas durante los ERTE puede ser la contraria: premiar a aquellas empresas que hayan mantenido su empleo o lo recuperen un año después de las fechas en las que iniciaron sus ERTE.

Igualmente, considera que a partir del 30 de junio deberían permitirse los despidos procedentes por razones económicas, productivas u organizativas relacionadas con la pandemia y aclararse tal situación en una norma.

En cuanto a formación, Fedea cree que se debería fomentar que las horas no trabajadas de los afectados por ERTE se dediquen a formación ofreciendo mejores condiciones a las empresas que así lo hagan y que dicha formación sea obligatoria.

Por último, propone compatibilizar de forma temporal y parcial la prestación por desempleo y el salario si un trabajador acogido a un ERTE acepta otro empleo o inicia una actividad por cuenta propia. Actualmente, esto es posible con la consiguiente reducción de la prestación.