Cooperación internacional

ONG españolas de cooperación alertan sobre su “delicada situación” a causa de la pandemia

Madrid
SERVIMEDIA

Las ONG españolas de cooperación al desarrollo que trabajan en África como la Asociación Mil Colinas (Ruanda), Denaderu (Etiopía), Escuela Sansana (Burkina Faso), Inakuwa Asociación (Tanzania), KubukA (Kenia y Zambia) y Meraki Bay (Sudáfrica) alertaron este lunes sobre su “delicada situación” a causa de la pandemia.

Así lo denunciaron a través de un comunicado en el que añadieron que la paralización de los eventos y la reducción de la colaboración con empresas “ha impactado gravemente” y de forma “devastadora” en organizaciones medianas y pequeñas y que la “mayoría” de ellas han tenido que cerrar temporalmente sus proyectos por las exigencias sanitarias o adaptarlos para apoyar a las comunidades con las que trabajan.

Las organizaciones de cooperación al desarrollo tienen “más trabajo que nunca”, pero la crisis del Covid-19 ha mermado “gravemente su capacidad y recursos” y el principal problema al que atribuyen esta situación es la paralización de los eventos que suponen una importante fuente de ingresos para las organizaciones, según indican el 57% de estas ONG, si bien, a juicio del 28% también la escasez de donaciones de empresas privadas ha afectado.

En el caso de Kubuka, las donaciones de particulares y empresas se han reducido en un 85% y se ha tenido que acoger a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que ha supuesto prescindir temporalmente de puestos “clave”, según precisó su presidente, Nacho Sanz, quien instó a “no olvidarnos de nuestro continente vecino”. La entidad, que ha lanzado la campaña #conKubuka en la que pide apoyo para superar esta crisis, cuenta en África con 13 proyectos dedicados a la educación y el emprendimiento, con un total de 970 personas beneficiarias y 85 empleos creados.

Por su parte, la presidenta de Inakuwa Asociación, María Caso, señaló que, aunque no ha afrontado un ERTE porque no tiene personal contratado y a pesar de que sus pérdidas no le han obligado a suspender proyectos, “el verdadero peligro es que esta situación se alargue y con ella, la falta de financiación”. “Lo esperable es que empresas, socios y entidades públicas aporten sus recursos a colectivos y proyectos de ejecución en España, lo cual es entendible y necesario, pero podría ser devastador", señaló, consciente de que la desaparición de esta organización supondría el “retroceso" de distintas "conquistas" de las niñas y mujeres de Rau, Tanzania, sobre todo en materia de educación y emancipación económica y social.

En la misma línea, el presidente de Escuela Sansana, Fernando Alonso, indicó que más del 50% de sus fondos proviene de los eventos que organiza en España y lamentó que las ayudas privadas también se han reducido en torno a un 20%. La desaparición de esta organización supondría la paralización o ralentización de ocho escuelas que dan asistencia a más de 1.200 alumnos de infantil y primaria así como la clausura de nuevos proyectos para la construcción de una escuela rural cada año.

La Asociación Mil Colinas ha tenido que condicionar el inicio de algunos proyectos a la financiación, algo que, según su responsable, María Fernández, "no es lo habitual y genera mucha inseguridad no sólo para el presupuesto de este año”. No conseguir la financiación necesaria supondría que en Rukara, el pueblo de Ruanda en el que trabaja la asociación, no existiera ningún centro educativo, social y cultural y que muchas niñas, niños y jóvenes se quedarían sin escolarizar o no podrían acceder a estudios superiores, por lo que han abierto un proyecto de microfinanciación en migranodearena.org para obtener fondos.

Para Denaderu, desaparecer significaría “fallar a familias enteras, la paralización del acceso a la educación de muchos niños y la falta de alimentación de centenares de éstos”, denunció su presidenta, Alicia de los Frailes, quien confió en seguir manteniendo la “fidelidad” de sus socios e invitó a colaborar en su crowfounding de reparto de alimentos ante esta situación y a unirse a la red de apoyo para sus diferentes proyectos a través de su página web.

Finalmente, el responsable de ONG Meraki Bay, Ignacio Alonso, lamentó que las donaciones de empresas privadas sudafricanas se han visto reducidas en un 50% y reconoció que, ante una situación “crítica”, la asociación ha tenido y va a tener que “reinventarse en todos los aspectos para continuar haciendo esta labor tan importante”.

(SERVIMEDIA)
22 Jun 2020
MJR/mjg