Desde que Neymar dejó el Barcelona en 2017 tanto el jugador como el club han presentado varias demandas. Esta es sólo una de ellas que, además, puede ser recurrida. El litigio nace del acuerdo sobre el pago de una prima de 26 millones de euros acordada con el Barça en el momento de su renovación hasta 2011. Sin embargo, el pago quedó bloqueado mientras se decidía si Neymar se marchaba al Paris Saint-Germain (PSG) o no.

En el juicio, que se celebró en septiembre del pasado año, el Barcelona exigió al delantero el pago de 22,5 millones de euros por incumplimiento de su contrato, al fichar con el PSG en agosto de 2017. El jugador, por su parte, reclamaba 43,65 millones de euros relacionados con una segunda parte de un bono de renovación.

El club firmó con Neymar un contrato por cinco temporadas en 2013, que fue sustituido por uno nuevo en julio de 2016, pese a que el anterior estaba en vigor. En este último, se estableció un `signing bonus´ de 64,4 millones de euro por la firma del contrato. Los pagos se estipularon en tres tramos: 20,75 millones antes del 31 julio de ese año y los restantes 43,65 millones antes del 31 julio del 2017. Esta es la cantidad que no se abonó.

El Barça depositó la cantidad ante notario y demandó al delantero por entender que firmó la renovación con el club azulgrana a sabiendas de que poco después se iría al PSG, tras pagar una cláusula de rescisión de 222 millones de euros.