Según informó este vienes el Instituto Armado, sus agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) se han centrado durante el confinamiento en la gestión de restos sanitarios para evitar nuevos focos de dispersión del Covid-19.

El Seprona ha llevado a cabo estas inspecciones dentro de la 'operación Retrovirus' que ha sido coordinada por Europol. Este organismo ha ayudado en el análisis operativo y estratégico de documentación para hallar posibles relaciones de las empresas investigadas con el resto de estados de la UE y terceros países.

Dentro de estas actuaciones, se han denunciado en España durante el estado de alarma 184 infracciones administrativas en materia de residuos sanitarios por su transporte, gestión o eliminación irregular. Pese a que la mayoría de gestores de estos desechos cumplían con la normativa, se han detectado graves irregularidades y se han investigado para paliar los efectos de transmisión de la enfermedad.

GUANTES Y MASCARILLAS

La Benemérita destacó que durante la crisis por el coronavirus, debido al “gran volumen de actuaciones higiénico-sanitarias”, ha tenido una especial atención a los residuos que directa o indirectamente tienen relación con el coronavirus.

Según el Instituto Armado, el incremento de la actividad sanitaria debido a la emergencia está implicando obligatoriamente “un amplio aumento de los desechos”, por lo que “la forma en que se recogen, transportan y finalmente tratan y eliminan estos desechos, a través de gestores autorizados, está siendo también crucial en términos de restringir la dispersión del coronavirus”.

Se destaca que “la mala gestión individual de los guantes y las mascarillas usados está incrementado la presencia de residuos plásticos en ríos y mares, problemática cuyo impacto ambiental ya se estaba intentando reducir dada la contaminación y daño que provoca en estos ecosistemas”.