Tras mantener una reunión con la Plataforma del Tercer Sector, respondió a Calviño −que ayer dijo que la fase de recuperación ya se ha iniciado− que no comparte su “optimismo” cuando “decía que ya estamos otra vez con los brotes verdes” a los que aludía el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero tras la crisis de 2008.

“No se puede hablar de recuperación cuando en España hay cuatro millones de personas con un ERTE, hay cuatro millones de parados, hay un millón de autónomos en cese de actividad y hay colas del hambre de familias que van a recoger una bolsa de comida en las ONG o en las parroquias de su barrio”, aseveró Casado.

En este sentido, advirtió de que “no podemos repetir los errores del Gobierno de Zapatero con falsas esperanzas y con información que no es veraz”. “La situación económica es muy grave y para conseguir mitigar los efectos de esta crisis no valen más bandazos, como el de hoy de Pedro Sánchez” dando fondos al sector turístico “dos meses después” de que lo pidiera el PP.

“Dos meses pidiendo que hiciera lo que hace hoy”, insistió Casado, para a renglón seguido preguntarse cuántos empleos y empresas podrían haber logrado resistir si se hubiera actuado mayor premura. “Respaldamos las medidas de apoyo al sector turístico y al de la automoción, pero no entendemos por qué se hace tarde”, remarcó.

Según el análisis del presidente de los populares, en el Gobierno “sólo aciertan cuando rectifican”. “Solidaridad, sí; pero eficacia en la gestión, también”, sintetizó, antes de prometer “seguir colaborando” con el Ejecutivo en aquellas iniciativas que considere “positivas”.

Puso de ejemplo el Ingreso Mínimo Vital, que el PP respaldó y también pidió que se tramitara como proyecto de ley para vincularlo a la tarjeta social única en España, de manera que “la ayuda llegue a quien lo necesita y sin ningún tipo de duplicidad y sin ningún tipo de ineficacia”.

Del mismo modo, el líder de los populares aprovechó para reclamar de nuevo la prolongación de los ERTE hasta final de este año porque “es la fórmula por la que muchos trabajadores no caigan en la vulnerabilidad social”.

“Ya no queremos más improvisaciones, más bandazos a última hora”, incidió Casado, alegando que “los trabajadores, las empresas y los autónomos tienen que planificarse y tener la certidumbre de que no les van a faltar los recursos mínimos para mantener a sus familias”.