"Está visto que la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, puesta a elegir, prefiere un coche tuneado a escape libre que un concierto de violín. Al menos si éste se interpreta en la calle y no en el Teatro Real", opina IU.

Sólo así se explica la "injustificable desproporción", a juicio de la portavoz de Medio Ambiente de IU, Raquel López, "entre las sanciones que se incluyen en la nueva ordenanza a los coches, los mayores generadores de ruido, y las previstas para las relaciones vecinales o los músicos callejeros".

De hecho, según López, "el trato de favor a los vehículos es tal" que las sanciones para infracciones leves pasan de los hasta 600 euros de la normativa de 2004 a los 90 euros de la nueva ordenanza; las graves, que antes tenían un máximo de 12.000 euros, se reducen a 300, y las muy graves, que se castigaban con hasta 12.000 euros, bajan a 600 euros.

"Se trata de un recorte brutal de las sanciones económicas que además se aplica a aquellos que son los principales culpables de la contaminación acústica, como lo son de la atmosférica, aunque ni la delegada Ana Botella ni el alcalde se quieran enterar, como demuestra su negativa a la reiterada propuesta de IU para cerrar las calles al tráfico cuando los niveles de polución así lo aconsejen", manifestó López.

La concejal de IU recordó también que su grupo ha enmendado el capítulo de la nueva ordenanza que alude a las relaciones vecinales como factor generador de ruido. Recordó que la calle es de los vecinos y rechazó que se impongan nuevas sanciones tan elevadas como las que afectan a los músicos callejeros.

Por su parte, el portavoz de IU y candidato a la Alcaldía de Madrid, Ángel Pérez, consideró "poco comprensible que se sancione por gritar en la calle cuando el alcalde Gallardón ya anunció que iba a solucionar el problema con esas patrullas del silencio, que tan solo con chistar a los vecinos iban a restituir la calma".