La compañía puso en servicio el año pasado 22 nuevas subestaciones eléctricas, incrementó la potencia de otras 44 instalaciones y construyó más de 2.300 kilómetros de líneas de alta, media y baja tensión, además de cerca de 2.500 centros de transformación.

Gracias a estas nuevas instalaciones, así como a la mejora de algunas de las ya existentes, la empresa incorporó 1.835 megavoltioamperios (MVA) al sistema español a lo largo de 2010, lo que supone un incremento de la potencia instalada del 2,8%.

Del total de la inversión llevada a cabo, el 57% (380 millones de euros) se destinó a la construcción de las subestaciones, el 33% (210 millones de euros) fue a parar al tendido de las líneas eléctricas, el 9% (65 millones de euros) se dedicó a la instalación de los centros de transformación y el restante 1% a la automatización de las nuevas infraestructuras de red.