“El Thyssen, como museo nacional, es intocable; pero los cuadros de la baronesa, que durante años se ceden gratuitamente, ahora quiere algún tipo de renta”, dijo el ministro en una entrevista en TVE recogida por Servimedia.

La polémica de ‘Mata Mua’ surge a raíz de la información publicada por el diario 'El País' y que apunta a que la baronesa consiguió beneplácito del Ministerio de Cultura para exportar una de las piezas más preciadas de su colección, pese a que el predecesor de Uribes, José Guirao, había acordado con la baronesa su permanencia en el museo.

Desde 2004, algunos cuadros de la colección privada de la familia Thyssen fueron prestados de manera gratuita al museo a cambio de que el Estado se hiciera cargo de su custodia, cuidado y mantenimiento.

Cuando el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza procedió al reparto del resto de sus cuadros entre su familia, el grueso de las obras pasó a la propiedad de Carmen Cervera. Dicho conjunto, integrado por obras de Picasso, Canaletto, Fragonard, Courbet, Boudin, Monet, Sisley, Renoir, Degas, Gauguin o Rodin suponen los mayores atractivos del museo.

Ante la necesidad de liquidez, la baronesa quiso vender varias obras, para lo que pidió permiso para su exportación al Ministerio. Guirao, según el propio exministro, llegó a un discreto acuerdo con la baronesa para que ‘Mata Mua’ no fuera incluido en la venta, acuerdo que Carmen Cervera rompió cuando se supo la salida de Guirao del Ministerio.

Entonces, se dio una situación de silencio administrativo que, según Uribes, obligaba a autorizar la salida de las obras de la colección Thyssen para su venta porque forman parte de su “propiedad privada”.

Ahora, el actual ministro se ha comprometido a una “negociación” para que ‘Mata Mua’, que ya no está expuesto, se quede en el museo nacional, aunque, dijo, el acuerdo pasa por “ser conscientes de que estamos en un momento diferente a 2019”, dando a entender que la situación económica no es favorable.

Según un artículo del exministro José Guirao aclarando lo sucedido, Carmen Cervera pidió durante su negociación una cifra anual de 8.342.465 euros por los “derechos sobre los activos cedidos en uso” por ella al museo y que aparecían en las cuentas anuales del museo del año 2017.

Argumentando que, como ella había cedido gratuitamente su colección y no había tenido gastos para mantenerla, al querer cobrar un alquiler había que restar esos gastos para el futuro alquiler, por lo que se llegó a una cifra de siete millones de euros, de los que habría que descontar proporcionalmente el valor de las obras que quedaran excluidas en el acuerdo final.