“Es contraproducente que se pidan esfuerzos al sector adicionales e impuestos o requerimientos de diverso tipo”, avisó durante su intervención en la cumbre empresarial organizada por CEOE.

“El desarrollo del país depende de que el sector esa rentable”, explicó el banquero, subrayando que si no lo es “será un problema para todos” porque si las entidades se encuentran infracapitalizadas “no podrán cumplir con su objetivo que no es otro que financiar empresas y familias y apoyar la recuperación económica del país”.

La propia crisis reconoció que “tendrá impacto”, ya que la rentabilidad de la banca depende del comportamiento de las economías, y esta presión se añade a la que vienen ejerciendo los tipos negativos desde el año 2016. “No va a mejorar”, admitió, indicando que resulta, por tanto, de “vital” importancia gestionarlo bien y no añadir cargas impositivas o de otro tipo.

Goirigolzarri recordó que precisamente la crisis anterior fue “tremendamente frustrante” al no poderse atender dichas necesidades ya que la banca “no tenía capital ni liquidez”. Ahora dijo que el sector español “cuenta con músculo financiero para estar muy cerca” de familias y empresas y esto le está permitiendo ofrecer liquidez, moratorias, anticipos, etc; gracias también a las medidas adoptadas por el BCE y los avales del ICO.

Según indicó, hasta la semana pasada más de 800.000 familias y más de 500.00 autónomos se habían beneficiados de esas medidas y en materia de avales reivindicó que los españoles “están siendo los más agiles, junto con los franceses, en Europa para que llegue la liquidez”. Su existencia ha permito además que en el pasado mes de abril creciese por vez primera el stock financiado o la cartera crediticia por vez primera desde el 2009.

“Justo es decir que están siendo en estos meses un soporte muy importante para familias y empresas. Y es nuestra obligación y deseo continuar”, refirió.

De cara a futuro pidió avanzar en la unión bancaria para que las empresas puedan financiarse en igualdad de condiciones en Europa y consideró el mayor reto que tenemos por delante es incrementar la competitividad para que se cree el “caldo de cultivo” idóneo para “atraer y retener” el talento.

En este punto consideró “imprescindible mejorar la empleabilidad”, dotándonos de una educación “que nos sirva para enfrentarnos a los retos de futuro” y que dé “respuesta a las demandas presentes y futuras del mercado de trabajo”. La solución pasa, indicó, no solo por la universidad, sino por apostar por una formación profesional y continua durante toda la carrera laboral.

“Las políticas de empleo deben jugar un papel muy relevante”, reclamó, ya que a su juicio suponen en mejor fondo “para reducir las desigualdades sociales y mejorar la cohesión social”. “Creo que es proyecto más importante y más inclusivo que deberíamos proponernos”, manifestó.