El motivo de esta protesta, que recomienda visualizar en forma de cacerolada, pitada o abucheo, parte de la "decisión unilateral" tomada por la decana de los Jueces de Madrid de reservar plantas enteras de aparcamientos "solo para jueces, fiscales y letrados y el resto de plazas, muy pocas, para el resto de trabajadores de los juzgados".

UGT denuncia que "la decana ha cerrado toda una planta de las tres que hay en el párking del edificio de Plaza de Castilla (la primera, para que no tengan que bajar mucho) y una planta del edificio de Capitán Haya de las dos que hay (la primera también)".

Asegura que "las tres plantas restantes se quedan para más dos mil trabajadores que hay entre Plaza de Castilla, Capitán Haya (sede de los juzgados de primera instancia y sede de Fiscalía) y Rosario Pino".

"Esto no sería de mucha importancia si no fuera porque el 50% de las plazas que tienen reservadas están permanentemente vacías sin que ningún trabajador las pueda utilizar. Esto es algo que está ocurriendo no solo en los Juzgados de la Plaza de Castilla, sino en muchos de los edificios judiciales de la Comunidad de Madrid", critica el sindicato.

A su juicio, este modo de aplicar las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la Comunidad de Madrid de que se priorice el uso del transporte privado para evitar contagios de Covid-19, supone que "los únicos que tienen derecho a aparcar son los jueces, fiscales y letrados" pero "el resto de trabajadores no".