En un comunicado, el sindicato señaló que el SEPE cuenta con menos de 8.000 empleados, mientras que su carga de trabajo se ha incrementado en casi un 500% por la crisis del Covid-19. Recordó que desde marzo se han tramitado más de cinco millones de nuevas prestaciones, además de las habituales.

Consideró que el refuerzo de la plantilla con 1.000 nuevos efectivos “no ha servido para descongestionar” la acumulación de expedientes y que las incorporaciones carecen del perfil y la experiencia en la gestión para trabajar de manera autónoma. “Los retrasos en la gestión de prestaciones no se han solventado y el clima de crispación y violencia entre los afectados por ERTE y ERE sigue creciendo”, alertó.

Con ello, UGT defendió que la atención presencial se retome en septiembre al considerar “contraproducente” hacerlo ahora, ante la avalancha de prestaciones pendientes.

Por último, el sindicato reclamó a la Administración que extienda a los trabajadores del SEPE el complemento de productividad por exceso de trabajo que ya se ha previsto para la plantilla del Instituto Nacional de la Seguridad Social que tramitará el Ingreso Mínimo Vital.