Así lo anunció la diputada María de la Cabeza Ruiz Solás, que hizo de portavoz del grupo en el debate parlamentario y lamentó la “oportunidad perpetua” de no haber podido llegar a un consenso.

“Es necesaria una ayuda extraordinaria y temporal para las familias que no pueden acceder al mercado laboral”, reconoció, pero afeó que esta media no es temporal sino “la famosa y esperada medida estrella de Pablo Iglesias, sin la que el PSOE no habría tenido el apoyo de Podemos para gobernar”. Por tanto, atribuyó el IMV al “precio que tenemos que pagar por el pacto con el diablo”.

También criticó que se haya perdido la oportunidad de armonizar las rentas autonómicas para que deje de haber “españoles de primera y segunda”, además de aplicar una tarjeta social universal, y en su lugar se haya dejado al País Vasco y Navarra que gestionen el IMV. Finalmente, criticó que se permita a los inmigrantes irregulares acceder a él con sólo un año de residencia, por el efecto llamada que supondrá.

“Todos tenemos corazón, ojalá estuviera en nuestras manos poder salvar el mundo, pero no es así”, señaló, afirmando que para ayudar a los países pobres ya están las políticas de cooperación, no esta medida que, en su opinión, seguirá enriqueciendo a las mafias. “Podía haber sido una buena medida para los españoles que lo necesitan”, concedió, criticando esta “paga sin honor en lugar de un trabajo digno” y sentenciando: “No vamos a votar en contra pero tampoco podemos votar a favor, no queremos participar de esta locura”