Le advirtió de que se está “deslizando por una pendiente muy peligrosa”. Tras escuchar a todos los grupos en el debate para prorrogar el estado de alarma, Sánchez retomó la palabra y señaló que el 8-M “es la nueva conspiración para la derecha y la ultraderecha”.

Lo dijo refiriéndose indistintamente a Casado y Abascal, equiparando su actitud y forma de proceder en este sentido. “El 8-M se celebraron manifestaciones del Día de la Mujer y la igualdad en todo el mundo”, recordó Sánchez. Por ello, preguntó a Casado y a Abascal si también culpan a la canciller de Alemania, Angela Merkel, de lo ocurrido en Berlín o si directamente se lo atribuyen al doctor Fernando Simón.

Sánchez hizo hincapié en que “nadie sabía lo que se venía encima”. “Tampoco ustedes”, sostuvo, antes de afirmar que la diferencia está entre “quien lucha contra el virus y quien utiliza de mala fe el virus para hacer política partidista como están haciendo el PP y la ultraderecha”.

Así las cosas, Sánchez consideró que “el problema no es el feminismo”, sino “la mentira y la provocación”. “No usen el Covid-19 como excusa porque a ustedes nunca les gustó la igualdad de género, ni antes ni después de la pandemia”, insistió, y pasó a dirigirse en exclusiva a Casado.

TANTO MONTA

“Señor Casado, en estos más de 80 días es verdad que se han deslizado por una pendiente muy peligrosa”, le dijo, antes de afirmar que el líder de la oposición “está desnudo y hoy ha vuelto a demostrarlo desde esta tribuna”. “No ganará nada utilizando el dolor”, le advirtió, al tiempo que le aconsejó no sumarse a Abascal porque “hace pequeño” al PP.

El presidente se cebó en comparar al líder del PP con Vox porque “Casado-Abascal, tanto monta, monta tanto”. También les reprochó su “obsesión” sobre el 8-M al tiempo que reconoció que estaba “clamando en el desierto”.

“Vuelva usted a la política, se acabó el berrinche, asúmalo”, le dijo Sánchez al líder del PP y le pidió que empiece por “desbloquear” la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

El presidente denunció que la “derecha sube decibelios conforme la emergencia sanitaria va disminuyendo”.

El presidente agradeció el respaldo de los diputados que facilitan la prórroga y lamentó los que se posicionan en contra. Así, señaló que Junts sigue en el no “otra vez más” y añadió que ya “son otras cuestiones y no tanto de políticas españolas sino catalanas de por qué votan en contra”.

De hecho, le comentó que cuando antes se acabe el estado de alarma y se vuelva al “funcionamiento normal” se podrá “retomar” la mesa de diálogo sobre la situación en Cataluña.

Sánchez admitió que no entiende por qué Compromís se ha quedado en el voto contrario y le afeó que reivindique como la voz de los valencianos cuando fue el PSOE el que más voto logró en esa región. “No lo puedo entender”.

El presidente también arremetió contra la CUP porque le parece “todo mal” e “insuficiente” por lo que le aconsejó a reflexionen si son “realmente útiles” porque, a su juicio, “no son útiles a nadie” salvo “a los revolucionarios de salón”, lo que protestan de lunes a viernes y el se dedican “el fin de semana a vivir cómodamente”.

Pero Sánchez también lanzó mensajes a la bancada de Ciudadanos, pese al apoyo a la prórroga del estado de alarma, y remarcó lo que dijo Edmundo Bal porque “no somos socios”. No obstante, pidió que “ojalá” puedan “enseñar a otros a ser útiles y hacer oposición”.

El presidente del Gobierno reivindicó en su discurso recuperar la política y dejar atrás el discurso del odio. Por ello, pidió “armarnos de mucha paciencia, templanza” pese a que “se escucha cada cosa” algunas de ellas “muy muy duras”.