En el debate de la prórroga del estado de alarma, Bal denunció que el dolor por los muertos y los contagiados “parece que no está en la cabeza de muchos”, a los que pidió estar a la altura de la necesidad actual. “¿Cuántos muertos más necesitan para que nos pongamos todos de acuerdo? ¿Qué más tiene que pasar en España?”, se preguntó.

“No me gusta la vieja política, tan fácil, tan cómoda, la de los rojos y los fachas”, aseguró, subrayando que su objetivo es solucionar problemas, no crearlos, aunque eso implique hacer “política difícil”.

Subrayó que Ciudadanos ha denunciado los “muchos errores del Gobierno”, sobre todo la tardanza en tomar medidas, pero aseguró al PP que en caso de haber estado gobernando también habría tenido su apoyo, con la diferencia de que las manifestaciones en las calles habrían sido “para llamarnos fachas”.

El Gobierno “nos lo pone muy difícil”, explicó, pero “nos tragamos el orgullo porque tenemos que pensar con la cabeza”, porque Ciudadanos es “el partido de la razón”. “Es un esfuerzo casi bíblico mantener la paciencia con usted en el Gobierno”, dijo, dirigiéndose a Sánchez, “pero la mantenemos porque pensamos con la cabeza”.

Denunció que Sánchez “utiliza el chantaje”, hay que forzarle a un consenso “que no quiere y que acepta a regañadientes”, y sus socios reclaman acercamiento de preso de ETA, la libertad de quienes considera “presos políticos”, y una “mesa de la vergüenza”.

“No nos gusta usted nada”, insistió, pero Ciudadanos decide y vota pensando en la igualdad con la que ERC se pone “nervioso”. “Puede insultar a la señora Arrimadas”, dijo al portavoz de ese partido, Gabriel Rufián, “provóqueme lo que quiera, no va a conseguir que yo le insulte ni le falte el respeto, porque voy a pensar únicamente en mi deber”.

Ciudadanos respalda la prórroga del estado de alarma, explicó, porque cree que es momento de salir “ordenadamente” del confinamiento, sin dar pasos atrás y en condiciones de igualdad en la evaluación de criterios sanitarios en todos los territorios, “sin privilegios por ser vascos o catalanes”. Bal enumeró las medidas acordadas por su partido y concluyó: “Esto es política de verdad, y no las broncas que se montan aquí”.