Lo hizo durante su intervención en el debate parlamentario sobre la solicitud del Gobierno a la Cámara para que autorice la sexta y en principio última prórroga del estado de alarma, Asens comenzó pidiendo disculpas por el “espectáculo bochornoso” de las últimas sesiones parlamentarias que, dijo, se había vuelto a ver en las intervenciones de los presidentes del PP y Vox, Pablo Casado y Santiago Abascal, a quienes afeó haber “desaprovechado” la “oportunidad de subir al mismo barco”.

Insistió en recordar las llamadas de algunos diputados o eurodiputados de Vox al Ejército y la Guardia Civil “para que tomen el control”, lo que atribuyó a una “expresión de su impotencia” por los avances sociales, como la de la derecha en los años 30 por los de la Segunda República. Luego las vinculó al “miedo a perder sus privilegios” y su “falta de alternativas”, y al “orgullo de quienes no pueden edificar” y “sólo pueden destruir”.

Dijo que la libertad es incompatible con el miedo que quieren inculcar para que la gente se vuelva “individualista y desconfiada” y por el contrario la vinculó al ingreso mínimo, que Abascal acababa de comparar con una cartilla de razonamiento pero que como él dijo "es la libertad de no tener que pedirle permiso a ningún señorito para poder sobrevivir”.

Por otra parte, instó a Casado a desmarcarse de su portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo, y la catalogación de “terrorista” que hizo del padre del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, por haber militado en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP). Conjeturó que el expresidente Adolfo Suárez no la habría permitido e incluso “habría pactado con este Gobierno” y “arrimado el hombro”. En esa línea, lamentó que el líder del PP haya “cambiado sus referentes: de Suárez a Abascal o incluso a Cayetana Álvarez de Toledo, que es lo mismo”.

Asens celebró que esta vez ERC haya acordado con el Gobierno su abstención ante la prórroga y apuntaló sus motivos al defender que la descentralización es garantía de ser más eficaces, pero pidió “ir más lejos” con ella y llevarla a los ayuntamientos. Seguidamente, criticó el “desprecio a la objetividad y los derechos” que atribuyó a la derecha, augurando que, sin estado de alarma, se habría llegado a los 300.000 fallecidos por coronavirus.

Por último, el presidente de Unidas Podemos volvió a atribuir que PP y Vox “aplauden la ofensiva de su brazo judicial” porque “intentan tumbar al Gobierno recurriendo de nuevo a las cloacas”