Según la información difundida por el departamento de Celaá, esta cumbre telemática ha sido la primera reunión en la que se citan para analizar el impacto de coronavirus en la educación y ha servido además para la presentación de dos informes elaborados por la OCDE sobre las posibles estrategias para la reapertura de las escuelas y las nuevas formas de aprendizaje surgidas durante la pandemia.

El debate se ha centrado en la necesidad del diálogo y la cooperación entre gobiernos, docentes y sindicatos para abordar el cierre de los centros y su impacto social y para diseñar y aplicar las medidas de cara al futuro post-desconfinamiento de la educación; las buenas párcticas que han surgido durante la pandemia; las políticas para mejorar la profesión docente y la desigualdad en los sistemas educativos y vías para hacerlos más inclusivos en todos los aspectos.

En su intervención, la ministra de Educación y Formación Profesional hizo hincapié en este último punto y subrayó que, “más allá de los datos y los informes, con una brecha digital que ha sido dolorosamente exacerbada por el confinamiento, hemos visto lo grave y dramática que es esta situación, especialmente para los niños y los jóvenes”. Celaá abogó por aumentar la inversión en digitalización para reducir esta brecha.

La ministra española también aseguró que “la educación presencial es irremplazable, pero si algo se ha puesto de manifiesto durante esta crisis es que el papel del profesor, la función docente, es más importante que nunca".

"Estoy muy orgullosa de la respuesta del sistema educativo español durante el confinamiento. En un país descentralizado como este, la cooperación y el alineamiento entre las administraciones educativas a nivel central, autonómico y local han sido más estrechos que nunca”, presumió.