“Ustedes (los diputados) tienen una deuda moral con la Sanidad y con los sanitarios”, declaró el representante de los médicos españoles en la Comisión de Reconstrucción Social y Económica de la Cámara Baja, donde compareció para trasladar un total de 45 medidas a los grupos parlamentarios.

Entre ellas se encuentra destinar a la Sanidad un 7% del Producto Interior Bruto (PIB) de España, un punto más de lo que se invierte actualmente. El objetivo es “inyectar con carácter de urgencia un montante económico para afrontar los gastos derivados de la pandemia” y “mantener el sistema sanitario en estado de alerta” por posibles rebrotes.

“Esta inyección económica debe priorizarse especialmente en consolidar el empleo sanitario y que tenga carácter finalista”, reclamó el presidente de los colegios de médicos.

Además, entre las exigencias de los profesionales también se encuentra una “reserva estratégica” de material de protección para el personal sanitario y la población que asegure “equipamientos médicos” y capacidad de reaccionar ante crisis sanitarias como la desencadenada por el coronavirus.

Esto también debe garantizar, según Serafín Romero, el poder incrementar Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y otros materiales para situaciones epidémicas.

PRODUCCIÓN NACIONAL DE MATERIAL

Además, los médicos alertaron de la necesidad de “estimular la producción nacional” de material sanitario ante la escasez que ha quedado patente durante los momentos más críticos de la pandemia, cuando faltaron equipos de protección, respiradores o mascarillas en los hospitales españoles.

“Una de las enseñanzas más dolorosas de esta crisis provocada por virus ha sido la comprobación impotente de nuestra dependencia en aspectos básicos de bienes de equipo y tecnología común, que se han demostrado esenciales”, explicó Serafín Romero.

Asimismo, apostó por el desarrollo de la telemedicina en el Sistema Nacional de Salud con “un marco normativo bien regulado” que pueda “evitar conflictos éticos y deontológicos en la nueva relación médico-paciente”.

Asimismo, los profesionales exigieron “despolitizar” la gestión sanitaria. “Es hora de fortalecer la confianza en los profesionales sanitarios, en su compromiso y en su capacidad de autogestión, desde el profesionalismo y la asunción de responsabilidades. Es hora de despolitizar la gestión de lo sanitario”, declaró el presidente del Cgcom en el Congreso.

Romero también resaltó que el Gobierno debe focalizar en la Atención Primaria el proceso de desescalada y “priorizar la seguridad de personal y pacientes”, así como “rediseñar la accesibilidad al centro de salud” o implantar “cambios de organización y roles profesionales” y reducir “cargas burocráticas”.

Para los colegios de médicos es necesario “invertir en capital humano” y aumentar el número de plazas de formación médica especializada, las plantillas en los servicios de salud y su desarrollo profesional.

RESIDENCIAS DE MAYORES

Los médicos también trasladaron a los diputados de la comisión la necesidad de replantear la situación de las residencias de mayores tras “el elevado número de fallecimientos” que se han producido en estos centros por la propagación del coronavirus y su incapacidad para proteger a los residentes.

“Uno de los ámbitos más afectados por la pandemia ha sido el de las residencias de mayores. La mayor vulnerabilidad de esa población por su mayor edad media, la pluripatología y el entorno cerrado donde residen, necesariamente hace complejo el abordaje asistencial de los residentes”, destacó Serafín Romero.

Y es que, denunció, “en España se ha puesto en evidencia, de nuevo, una necesidad crónica y urgente de coordinación entre los ámbitos sanitario y social, así como la gran variabilidad de respuestas entre las comunidades autónomas”.

Para los médicos, la Atención Primaria puede jugar un papel clave en este sentido. “Durante la actual pandemia se han organizado en algunas comunidades Unidades de Atención a Residencias desde este nivel, específicos para reforzar la atención”, dijo.

Además, señaló que “el papel de los geriatras en esta pandemia también ha sido destacable y existen experiencias como la de Madrid, en la que han ejercido de especialistas consultores acudiendo o no a las residencias, en función de la disponibilidad” y “su papel se ha dirigido tanto a los clínicos de las residencias como a los de Atención Primaria”.

Por último, el presidente de los colegios de médicos puso en valor el papel de la sanidad privada durante la pandemia del coronavirus porque “ha realizado una gran labor”, al tiempo que recordó que en la privada ejercen unos 70.000 médicos.

“Desde el punto de vista del doble aseguramiento, hay 8,7 millones de ciudadanos (el 18,5% de la población) que tiene un seguro privado además de la cobertura pública. El gasto sanitario privado supone el 30% del gasto sanitario total y el 2,6% del PIB”, recordó.

No obstante, demandó una mayor comunicación entre la privada y la pública para evitar la “duplicidad” de pruebas diagnósticas y reducir costes. “La irrupción, con el consenso profesional, de la receta médica privada electrónica debe ser una oportunidad de colaboración necesaria para avanzar en una historia única del medicamento del ciudadano”, defendió.

Y es que, concluyó, “la pandemia a la que nos enfrentamos ha puesto de relieve la importancia de aunar todos los recursos en salud”.