Así se expresó Barceló, quien es también director general de la patronal siderúrgica Unesid, en una comparecencia en el grupo de trabajo económico de la Comisión para la Reconstrucción del Congreso de los Diputados.

A este respecto, advirtió de que España “no tiene ni una sola ventaja competitiva” para la industria ya que no cuenta con petróleo ni otras materias primas lo que hace imprescindible que “la regulación sea inteligente”.

“El dinero se mueve con mucha facilidad por lo que si queremos industria aquí en el futuro la regulación debe ser inteligente” porque si no se van a marchar”, prosiguió Barceló.

Además, aseguró que “la industria quiere seguir en España y está implicada en el territorio con una excelente relación con el entorno”. “Somos algo en lo que merece la pena apostar”, sentenció.

En esta línea, destacó que los sectores que forman parte de la Alianza, que son la automoción, los operadores petrolíferos, el papel, la industria química y farmacéutica, la agroalimentaria, el cemento y la siderurgia, tienen en España un volumen de negocio de 280.000 millones de euros y emplean a 2,9 millones de personas, el 15% del total.

“España es una potencia industrial y nuestra obligación es que siga siendo una potencia”, añadió Barceló, quien pidió también medidas de impulso de la demanda y medidas de acompañamiento para mejorar la competitividad, especialmente para resolver “el problema energético” y fomentar la exportación.