En la presentación de la moción, que fue rechazada con 174 votos en contra y 163 a favor, la diputada del PP María del Carmen Álvarez-Arenas denunció que el Gobierno "está sólo" ante la crisis.

En este sentido, criticó la postura mantenida por el Ejecutivo en el diálogo social y subrayó que, "si no son las empresas, quién va a crear empleo".

Además, la moción reclama un plan "riguroso" de austeridad, una política de incentivos para pymes y autónomos, la sustitución de la deducción de 400 euros en el IRPF por una rebaja de las cotizaciones sociales y una reforma laboral.

También pide una serie de medidas para luchar contra el absentismo y el establecimiento de una garantía de ingresos para las personas que hayan agotados las prestaciones.

El diputado de CiU Carles Campuzano fue quien mostró un mayor apoyo a estas medidas, aunque rechazó el tercer punto, referido a la sustitución de la devolución de 400 euros en el IRPF.

En su intervención, Campuzano reclamó al Gobierno una aproximación "menos ideológica a la crisis", lo que, en su opinión, permitiría que "algunas de las consideraciones de CiU, de las que hoy hace el PP, o de las que han hecho el PNV y otros grupos parlamentarios, estuvieran en la agenda".

Por su parte, el diputado socialista Jesús Membrado acusó a la parlamentaria popular de sólo buscar la "crispación" con esta moción.

Además, denunció la defensa "manipuladora y demagoga" de la propuesta y afirmó que se trata de "una gran sin razón".

Por su parte, el diputado de PNV Emilio Olabarría apuntó que, aunque la moción tiene "un cierto tinte apocalíptico", su partido encuentra "algunas propuestas de reformas que son coherentes y otras que no lo son".

Por último, el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, rechazó la iniciativa "convencido de que, no sólo no nos ayuda a salir de la crisis, sino que profundiza aún más en sus causas".