En una entrevista en Telecinco recogida por Servimedia, Abascal señaló que Sánchez “únicamente tiene voluntad de poder y que está dispuesto a entregar la soberanía de todos, el poder de todos a cambio de poder personal”.

“Sólo quiere poder con quien sea, para lo que sea y como sea”, afirmó el líder de Vox, quien opinó que el acuerdo con el partido de Arnaldo Otegi para derogar la reforma laboral es grave porque es “con ETA”, al tiempo que lleva a preguntarse cómo se sienten ahora “todos esos vascos o todos esos españoles que saben perfectamente lo que ha representado Bildu y ETA en la sociedad vasca”.

Añadió que también hay que pensar en “todos esos socialistas que también han padecido la persecución de la banda terrorista ETA" y que ven que "su presidente" ha alcanzado este pacto.

“GIGANTESCA IMPRUDENCIA”

El líder de Vox sostuvo que este acuerdo con la formación abertzale también es una “gigantesca imprudencia”, ya que se alcanza en un momento en que España hay Expedientes de Regulación Temporal de Empleo que dependen de esta legislación y se está pidiendo dinero a la UE para hacer frente a las consecuencias de la pandemia del Covid-19.

Añadió que otro elemento es que este pacto con Bildu se ha llevado a cabo “ocultando” su existencia a todo el Congreso, que no fue consciente hasta acabar la votación del estado de alarma de que había un entendimiento “bajo la mesa” con la formación de Otegi.

A este respecto, Abascal criticó también a Ciudadanos por abstenerse este miércoles en la votación de los nuevos 15 días del estado de alarma y dijo que parece que esta fuerza política se ha vuelto “equidistante” y quiere hacer de “bisagra” al estilo de cómo actúa el PNV desde hace décadas.

Sobre las caceroladas en contra de la gestión del Gobierno sobre el coronavirus, el líder de Vox afirmó que “no tienen nada que ver” con los escraches que miembros de Podemos hacían a otros políticos cuando la formación morada estaba en la oposición. No obstante, Abascal aseguró que su partido considera “inaceptables” los escraches en los domicilios de los políticos.