Así lo aseguró Montero en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado por la mañana en el Palacio de la Moncloa ante dos preguntas de la prensa sobre estas protestas que empezaron en la madrileña calle Núñez de Balboa y que han llegado en las últimas horas a las viviendas de algunos de los miembros del Ejecutivo.

Montero identificó a quienes protestan en las últimas jornadas con cacerolas por la calle con “quienes no quieren que el decreto de alarma continúe” porque limita la capacidad de desplazamientos de los españoles. Por eso, adujo que esos mismos “quieren que mañana salgan los ciudadanos dando pie a que se puedan producir contagios que los ciudadanos han tratado de contener con dos meses de confinamiento”.

La ministra lamentó que esas protestas callejeras tienen lugar “bajo una apariencia y un grito de libertad” y afirmó con insistencia en que “en este momento hay un estado de alarma con motivo de la crisis sanitaria más importante que ha habido en un siglo y a falta de una vacuna y de un tratamiento médico hay una salida ordenada del confinamiento” que debe mantenerse vigente.

En este sentido, contrapuso las protestas que se celebran en otros países como Italia porque allí “no se atienden las necesidades sociales o no se están pagando las prestaciones”, mientras que en España “las caceroladas o escraches piden libertad de movimiento y eso lo que significa es libertad para el contagio o libertad para afectar a la salud de los ciudadanos”.

Subrayó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez está “por encima de cualquier elemento de presión” para preservar la salud de la sociedad y frenar el coronavirus, a la vez que advirtió de que si ahora mismo “la libertad no estuviera restringida, estaríamos con más muertes” ante la probabilidad de mayor número de contagios y de extensión de la pandemia.

Asimismo, condenó “cualquier forma de violencia verbal o de violencia física” que pueda producirse ante “situaciones concretas de los llamados escraches, rodeando el domicilio de una persona”, como ha sucedido en el caso de algunos ministros, “sean de la posición ideológica que sean”.

Montero aprovechó esta referencia para recordar que “en España hay libertad” y “costó mucho trabajo conseguirla” tras décadas de dictadura. Además, recalcó que “los partidos que sustentan este Gobierno” -en referencia al PSOE y Unidas Podemos- llevan “en el ADN” y en su “historia” la defensa de los valores democráticos con “personas represaliadas” por defender la libertad en el pasado.