El propio Jesús Caldera presentó hoy públicamente las conclusiones de ese informe sobre el impacto de la reforma incluida en el Acuerdo Social y Económico firmado ayer por el Gobierno, los empresarios y los sindicatos, y que en el ámbito de las pensiones se materializará en un proyecto de ley.

La principal conclusión de ese estudio es que la reforma era necesaria y no por la crisis económica, sino por razones “estructurales” que obedecen a tres factores principales: en primer lugar, el descenso de la tasa de natalidad; en segundo término, el aumento de la esperanza de vida, variable en la que España está sólo por detrás de Japón y ha superado a Canadá, a Suiza y a los países nórdicos, y en tercer lugar, al incremento del poder adquisitivo de las pensiones, que hay que aspirar a seguir aumentando.

A modo de ejemplo, Caldera subrayó que hoy los pensionistas españoles viven de media 19 años después de jubilarse, pero dentro de 30 años lo harán unos 24.

En 2050, el 32% de la población española será mayor de 65 años, el doble que ahora, y por cada pensionista habrá sólo 1,7 trabajadores activos frente a los cuatro de ahora.

En términos reales, medido en euros de hoy, la pensión media en 1985 era de 485 euros y ahora es de 798, ha aumentado un 75% su poder adquisitivo.

Caldera dejó claro además que, sin el impacto de la crisis económica, y si España hubiera mantenido un crecimiento económico del 2% desde 2008 hasya ahora, el superávit del sistema sólo hubiera ganado entre diez y doce meses de margen.

SISTEMA INSOSTENIBLE

Con todo ello, sin reformas del sistema, los desequilibrios estructurales lo hubieran hecho “insostenible”, ya que entre 2015 y 2020 habría que empezar a recurrir al fondo de reserva, que duraría hasta 2030.

La Fundación Ideas ha hecho sus cálculos en tres escenarios. El primero de ellos, sin ninguna reforma del sistema de pensiones; el segundo, con la reforma aprobada pero con el mismo modelo económico, y el tercero, el más “deseable”, con la reforma del sistema de pensiones y del modelo económico.

En el primero de los escenarios, sin reforma de las pensiones, suponiendo un crecimiento económico del 1,5%, de la productividad del 1% y del empleo del 1,5%, la pensión media acabaría descendiendo a unos 515 euros de hoy, perdiendo cerca del 35% del poder adquisitivo, salvo que se introdujeran nuevas formas de financiación que en todo caso habría que sufragar.

En el segundo escenario, se parte de la base de que la reforma del sistema de pensiones por sí misma aumentaría la confianza en la economía española y además se desahogaría el sistema por la más lenta incorporación de los pensionistas al aumentar la carrera de cotización.

Por ello, pese a mantener el modelo económico, el crecimiento podría llegar al 2%, y el empleo en las mismas tasas o algo superiores, y la productividad se mantendría en el 1%.

En ese caso, se mantendría el diferencial positivo de unos 22 millones de trabajadores activos para sufragar algo más de 17 millones de pensiones, y en 2050 la pensión media podría llegar a los 900 euros de hoy.

REFORMA DEL SISTEMA

En el tercer escenario, reformando el sistema de pensiones y el modelo productivo, la economía podría crecer un 3%, la productividad superar el 2,5% y el empleo situarse en un crecimiento del 0,5%, ya que el modelo sería “menos intensivo”.

Pese a esa pequeña tasa de crecimiento del empleo, el estudio concluye que se absorbería la masa actual de desempleados porque la evolución demográfica indica que en los próximos años descenderá la población activa y a pesar del crecimiento no se superará el volumen absoluto de ocupados que había en 2007.

En ese caso, el estudio indica que la pensión media podría llegar a los 1.125 euros de hoy, y el fondo de reserva experimentaría una pequeña caída en torno al año 2045 pero después volvería a crecer hasta los 160.000 euros.

Es un escenario “deseable” y además “posible”, enfatizó Caldera, porque las medidas impulsadas van hacia un modelo en el que los sectores que mejor reaccionan a la crisis tengan cada vez más peso en el crecimiento.

Las tasas de desempleo serían “muy bajas”, llegando casi al pleno empleo y con tasas de actividad superiores al 80%, por lo que a medio plazo sería necesario incluso recuperar a los españoles que trabajan fuera o a mano de obra extranjera.

VE POSIBLE EL CONSENSO

Caldera cree que la reforma de las pensiones incluida en el Acuerdo Social y Económico entre Gobierno, empresarios y sindicatos es positiva en sí mismo para la recuperación, pero “lo óptimo” sería acompañarla de un cambio de modelo productivo en la línea de lo que ya se está impulsando.

Una vez cerrado ese acuerdo y a partir del consenso básico que se alcanzó con las conclusiones del Pacto de Toledo, Caldera cree posible que la mayoría del Parlamento respalde también esa reforma, y a ello dedicará sus esfuerzos en las próximas semanas, aseguró.

Aunque el diálogo social compete al Gobierno y a los agentes sociales, Caldera aseguró que el PP tendrá “el espacio que le corresponde” en la negociación parlamentaria, como lo ha tenido ya en el Pacto de Toledo.

Al buscar ese acuerdo, Caldera expresó su confianza en que el presidente del PP, Mariano Rajoy, “encuentre mejor el camino” que las notas que llevaba sobre el empleo juvenil en su reciente entrevista en Veo7.