Según informó la Policía, la investigación comenzó a finales del año pasado cuando los agentes recibieron una denuncia en la que se aportaban datos sobre el servicio irregular que estaba ofreciendo multitud de canales de acceso condicional sin autorización de los legítimos titulares.

Los agentes comprobaron que la página web denunciada ofrecía servicios de telefonía e Internet a una amplia zona de Murcia, además de suscripciones mensuales a una amplia parrilla de canales de televisión, en su gran mayoría de carácter condicional.

A continuación identificaron a un operador local de telefonía ubicado en Murcia, que estaba administrado por dos personas, y que se encontraba dada de alta para ser operador de cable, pero no como distribuidor de contenido audiovisual.

Esta información permitió a los agentes entrar y registrar la sede del operador local, que en ese momento emitía 78 canales, de los cuales 20 no tenían autorización. Tras analizar la documentación encontrada en el lugar, se descubrió un listado dinámico, que dependiendo del momento podía ser más amplio, ya que llegaron a emitir 300 canales.

Los detenidos captaban la señal a través de un contrato legal con el proveedor como cliente particular, para, posteriormente, distribuirlo ilegalmente a sus clientes. De este modo, prestaba servicios a unos 1.300 clientes de Beniaján y las poblaciones limítrofes aprovechando el cable coaxial instalado, a los que cobraban mediante pagos al contado en el propio local o por transferencia bancaria.

Los arrestados habían desarrollado esta actividad durante tres años, causando un perjuicio económico que asciende a 715.000 euros anuales.