Según informó este lunes el Instituto Armado, en la 'operación Garlicor' han sido detenidas ocho personas, de nacionalidad española y marroquí, y se han intervenido 175 kilogramos de hachís y 61 de marihuana. La red estaba encabezada por un ciudadano magrebí con nacionalidad holandesa.

Posteriormente se procedió al registro de dos domicilios en Benalmádena (Málaga), donde se han intervenido 3.000 euros posiblemente producto de la venta de la droga. Asimismo, durante el desarrollo de la operación también se han intervenido otros 1.970 euros en billetes fraccionados y tres vehículos.

Las investigaciones se iniciaron en junio pasado, cuando la Benemérita tuvo conocimiento de dos aprehensiones de droga por parte de las autoridades holandesas, de aproximadamente 2.800 kilogramos de hachís y 157 de marihuana.

DOS NAVES DE ESCONDITE

Investigaciones posteriores permitieron averiguar que una organización delictiva que pudiera estar relacionada con estos envíos estaba tratando de alquilar naves en polígonos industriales de Córdoba, con el objetivo de utilizarlas para ocultar la droga hasta que procediesen a su distribución.

Las pesquisas permitieron descubrir que detrás de estas acciones estaba una banda perfectamente estructurada, compuesta por ocho personas con roles definidos dentro de la organización, que iba desde el alquiler de naves a la búsqueda de clientes para la venta de la droga, cuyo cabecilla era un ciudadano magrebí con nacionalidad holandesa.

El avance de la investigación permitió averiguar que la organización tenía alquiladas dos naves en dos polígonos industriales de Córdoba. Se averiguó que el 'modus operandi' utilizado por la organización consistía en el almacenaje, manipulación, ocultación y preparación para su envío de grandes cantidades de hachís y marihuana que camuflaban en cajas de ajos.