Así lo indicó en declaraciones a los medios tras asistir a la tradicional misa de San Isidro en la capital. La presidenta advirtió que “vamos a convivir con el virus durante un largo tiempo”.

“La única manera de que el virus no se contagie es quedándose eternamente en casa, pero eso no solo va a lastrar la economía, sino que crea problemas sociales. Así que confinados eternamente tampoco se va a solucionar”, remachó.

Respecto a las nuevas medidas que se puedan tomar tras un hipotético cambio de fase, Ayuso señaló que “no sabemos cómo va a evolucionar” la enfermedad y desconocen todavía la decisión del Gobierno central. “Madrid ya está preparada para que una familia se pueda reunir, para que diez personas puedan despedir a un ser querido. A lo largo del día, el Gobierno nos dirá qué decisión ha tomado y nosotros diremos también a los ciudadanos cuáles son las siguientes decisiones”.