El Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que trasladó sus “sentidas condolencias” a los familiares de todas las personas asesinadas, al pueblo, a las autoridades afganas y a Médicos sin Fronteras, organización que colabora en la gestión del hospital atacado. También deseó que los heridos consigan una “pronta y completa recuperación”.

A su vez, España reafirmó su solidaridad con el pueblo afgano y mostró su confianza en que los responsables de este “crimen atroz sean llevados ante la justicia”.

Recordó, tal y como se recoge en las normas del derecho internacional humanitario, en general, y en la resolución 2286 de la ONU, en particular, la “obligación de respetar y proteger a todo el personal sanitario y el personal humanitario dedicado exclusivamente a misiones médicas, lo que incluye hospitales y otros establecimientos sanitarios”.

Por esa razón, reiteró su convicción de que la comunidad internacional “debe seguir haciendo esfuerzos para lograr el desarrollo y cumplimiento efectivo de dicha resolución, incluida la adecuada atención a las víctimas y la investigación de estos ataques”.