En su réplica en el debate parlamentario que autorizará al Gobierno a prorrogar el estado de alarma hasta el 23 de mayo, Lastra acusó a Casado de “reñir para que no te riñan”: criticar, insultar y difamar, y, “cuando le respondemos, se hace el ofendido”.

En esa línea, dijo haber contabilizado 37 insultos en la réplica de Casado, “a razón de tres por minuto”, como su única aportación ante la mayor crisis de la historia reciente de España. “Pero ni todos los insultos del mundo le van a ayudar a ocultar la irresponsabilidad que supone no apoyar el estado de alarma”, advirtió.

Seguidamente, puso el foco en la Comunidad de Madrid para recriminar al PP que desvíe hacia el Gobierno central las críticas al “desastre de su gestión” en esa comunidad, que fue “su laboratorio de privatizaciones” en la sanidad y las residencias de ancianos y ahora muestra peores datos que el resto de regiones en la epidemia de coronavirus. “Llegará el momento de dar cuenta por todo lo que han hecho y lo que no”, avisó.

Ante las críticas de la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en respuesta a su agradecimiento por haber apoyado la prórroga, Lastra se resignó: “Con Ciudadanos una nunca sabe a qué atenerse. Si les nombro, mal; si no les nombro, peor”. Aseguró estar “acostumbrada a los ataques personales” y terminó diciendo: “Sigo pensando lo mismo de Ciudadanos que el 7 de enero

Finalmente, al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que también la mencionó en su réplica, le reprochó “dos incoherencias y una receta”. Las incoherencias serían haber pedido mantener el contenido del estado de alarma pero sin el estado de alarma, y haber admitido que el Gobierno les “ha hecho caso” en varias propuestas pero a la vez acusarle de no querer negociar.

La certeza sería, según Lastra, que ERC sabe que haber rechazado la prórroga “es una decisión política que no tomaron esta semana sino hace tiempo”, pues el 27 de abril ya la avanzó la secretaria general adjunta y portavoz del partido, Marta Vilalta. Pese a todo, la portavoz socialista quiso volver a “tenderle la mano” a ERC, “convencida de que el futuro de este país pasa por que la izquierda de este hemiciclo se entienda”.