Durante la octava conferencia de presidentes, Torra expuso lo que ha considerado una falta de respeto institucional por no haber recibido ninguna respuesta a la carta que envió a Sánchez el miércoles pasado pidiendo mantener una reunión: "Me sorprende que hablamos de cooperación, cogovernanza y diálogo y no podamos tener una simple conversación", según trasladan fuentes de la Generalitat.

Torra reprochó a Sánchez que, “un domingo más”, se ha celebrado la reunión para escuchar lo que el día anterior había trasladado a la ciudadanía. "Sigo pensando que no es la mejor manera de dialogar".

No obstante, insistió que no renunciará a participar en las reuniones y exponer lo que cree que debería hacerse.

El presidente de la Generalitat comentó que, a su juicio, la mejor manera de iniciar la desescalada sería con la legislación ordinaria, es decir acabando con el estado de alarma. En este sentido, planteó como alternativas "excluir Cataluña del estado de alarma o nombrar el Gobierno de la Generalitat como autoridad competente".

Torra mostró su preocupación porque cree que se está yendo demasiado rápido y pidió "tomar las decisiones sin ser prisioneros del calendario". Hay un "cierto relajamiento que nos puede llevar a situaciones anteriores”, advirtió.

Sobre el fondo anunciado, el presidente catalán cifró el coste de esta crisis en 4.000 millones de euros en su región, y cuestionó que esta cuantía esté incluida en los 16.000 millones de euros anunciados por el Ejecutivo.

Una vez más, y como también hacen otros mandatarios autonómicos, Torra reclamó que los superávit de los ayuntamientos los puedan gestionar ellos.

Pese a las críticas, Torra mostró su apoyo a la medida que obliga a hacer uso de mascarillas en el transporte público y reclamó extenderla más allá, haciéndola obligatoria a toda la ciudadanía en las salidas a la calle.