Los proyectos tienen dos objetivos fundamentales: por un lado, dar formación a los presos en centros externos a la prisión, y por otro, la posterior reinserción sociolaboral de reclsos y ex reclusos en tercer grado penitenciario o en libertad condicional.

En Asturias, uno de los proyectos ha formado a dos grupos de reclusos de la prisión de Villabona en la especialidad agrícola de cultivo bajo abrigo. Además, les ha facilitado la infraestructura y apoyo técnico necesarios para establecerse como agricultores autónomos.

El proyecto canario se centra en la cualificación para oficios relacionados con la hostelería y el medio ambiente. Por el momento, 16 personas han accedido co este proyecto a un empleo público, y se está gestionando un puesto de trabajo para 25 más.

Por último, en el caso de Cataluña se ha formado a 200 reclusos en los sectores del metal y la construcción, con el objetivo de integrarlos en empresas o instituciones por cuenta ajena, al margen de los circuitos subvencionados. Cuando finalice el año, 90 de estas personas habrán realizado prácticas en empresas y la mitad de ellas conseguirá un contrato.