El programa, presentado este lunes en Madrid, pretende beneficiar a individuos o familias de América Latina afectados de forma directa o indirecta por las drogas, en cualquiera de sus vertientes: cultivo, producción, tráfico, distribución o consumo, si bien se dirige también a responsables políticos, de gestión y técnicos relacionados con este ámbito.

Y es que, recordó la ministra española de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, el de las drogas es un problema que incide en las tasas de mortalidad de los países, tiene importantes costes sanitarios y genera exclusión social, por lo que hay que seguir trabajando para minimizar sus efectos, con estrategias "coherentes e integradas" como las de esta iniciativa.

Este tipo de estrategias, en red, será a juicio de Pajín, el "éxito" de Copolad, que reforzará los mecanismos actuales de cooperación en materia de drogas respetando, eso sí, la soberanía de cada país.

Copolad, dijo el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, es "un nuevo proyecto integral que combina la reducción de la demanda y la oferta de drogas y una intensificación y perfeccionamiento de los instrumentos de coordinación entre la Unión Europea y América Latina"..

Porque, prosiguió Camacho, para hacer frente a "una actividad criminal, como el mercado de la droga", se necesita una estrategia integral que incorpore actuaciones para luchar contra la producción y el tráfico y también para prevenir el consumo y que contemple actuaciones policiales y aduaneras, sanitarias, educativas y sociales y que incluya adaptaciones legales, económicas y presupuestarias, como hace Copolad.

El programa quiere ser un refuerzo en la coordinación entre las dos regiones en los ámbitos de la investigación policial de tráfico de drogas y blanqueo de capitales, prevención del consumo, atención a personas con problemas de dependencia, estrategias de reducción del riesgo y de inserción social.