Lo hizo en una entrevista en Telemadrid recogida por Servimedia en la que destacó que el “drama humano” causado por la pandemia ha evidenciado “algo muy importante”: la “humildad, darse cuenta de que a veces se acierta y a veces se yerra”.

Por ello, consideró “tan importante” la unidad, porque “estamos jugándonos muchos: salvar vidas y el futuro de España para construir un futuro mejor. Esto no es ayudar al Gobierno, sino a España para salir adelante”.

Esto le sirvió para poner de manifiesto que, ante una “situación sin precedentes en el mundo”, y salvando las distancias con el contexto histórico de aquel momento, resulta “necesario” una reconstrucción de España como la resultante de los Pactos de la Moncloa en 1997, cuando los actores políticos, económicos y sociales “aparcaron sus diferencias y pusieron en común lo que les unía”.

Por esa razón, abogó por trabajar para unir, sin menoscabo del legítimo derecho a la crítica, desde el Gobierno, las comunidades autónomas, los ayuntamientos, los agentes sociales y los ciudadanos. “Nadie puede fallar”, aseveró.

Robles admitió que el Gobierno ha cometido errores durante la gestión de la crisis del coronavirus –“somos humanos”, sostuvo-, aunque distinguió entre quienes señalan esos desaciertos con fines constructivos y aquellos que los utilizan con “doble intenciones”.

Tras pedir “comprensión porque son momentos difíciles” y admitir que estos errores surgen en ocasiones del empeño del Gobierno por “hacerlo bien”, dijo estar dispuesta a “pedir disculpas las veces que haga falta”.

La ministra también se refirió al material de protección defectuoso adquirido por el Gobierno. Lo hizo comentando que “el mundo entero está igual” librando una competición sin precedentes en un mercado tensionado por una enorme demanda de todos los países por los mismos productos, que, además, se encuentran mayoritariamente en un único país: China.

No obstante, reconoció que esta composición de lugar no es excusa para conceder que “ha habido compras inadecuadas, hay que reconocerlo”, si bien dejó claro que “se ha intentado siempre hacer lo posible en un mercado muy complicado y muy difícil”.

Por su parte, Robles se pronunció sobre el cierre ayer de la morgue provisional en el Palacio de Hielo de Madrid, en cuya clausura pronunció un discurso que ha sido muy comentado por su emotividad.

Lo hizo afirmando que se viven “momentos muy duros, de mucho dolor”, como consecuencia del sufrimiento de los enfermos, los fallecidos y sus familias. “Eso es una cosa para no olvidar”, manifestó.

Elogió el papel que en dichas instalaciones realizaron las “magníficas” y “excepcionales” Fuerzas Armadas, a cuyos integrantes, confesó Robles”, “siempre les dije: lo primero son las personas, los enfermos, los ancianos, los fallecidos, que nunca puedan sentir sus familias que están solos”.

Ante el “drama humana de enorme magnitud” derivado de la pandemia, dejó claro que el “apoyo”, el “cariño” y los “esfuerzos” de las Fuerzas Armadas ha sido fundamental para sobrellevar “momentos durísimos”.

Explicó que “en todo momento” se preocupó porque los familiares de las víctimas sintieran que éstas tenían a las Fuerzas Armadas “muy cerca”, que les trataban con el “mayor cariño”, algo que comprobó cuando visitó las instalaciones de Ifema y los militares allí destacados le dijeron “son nuestros soldados, no los vamos a dejar atrás”.

A su vez, hizo énfasis en que “este drama humano tan terrible que nos está desgarrando” ha permitido poner de relieve “lo que es España”, un país cuya grandeza se atisba en los trabajadores que lo mantienen en pie estos días, en los sanitarios que contribuyen a salvar vidas a riesgo de la suya y en los ciudadanos que diariamente aplauden desde sus balcones.

Esto le permitió hacer un aparte para reafirmar su “orgullo especial” por las Fuerzas Armadas, “tan desconocidas” por parte de la ciudadanía, y “tan generosas”, por haber estado con “los más vulnerables en los momentos más difíciles y en los sitios más difíciles poniendo humanidad”.

Por último, trasladó que la dureza del momento actual le lleva a llorar cuando llega a su casa al final del día, lo que le sirvió para reiterar que “tenemos que tener fuerza entre todos”, porque “España es un gran país” que merece la unión de sus gentes para, por la memoria de “los perdidos”, “construir un futuro mejor”.