Sesión de control

El PNV reprocha a Iglesias sus prisas unilaterales con el ingreso mínimo pero el vicepresidente las justifica

MADRID
SERVIMEDIA

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, recriminó este miércoles al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, sus prisas y falta de negociación para poner en marcha el Ingreso Minimo Vital, sin armonizarlo con las comunidades autónomas que ya lo contemplan, pero el líder de Podemos volvió a resaltar la urgencia de sus eventuales perceptores.

En la sesión de control al Gobierno, Esteban leyó sin más adornos la pregunta que registró para Iglesias: “¿Cree que una política basada en anuncios imprecisos, contradictorios y no consultados sobre supuestas medidas es propia de una gestión ordenada, planificada y compartida de la crisis?”.

Iglesias reconoció de nuevo que el Gobierno ha cometido errores, porque “no es fácil en unas circunstancias como éstas en la que un Gobierno no puede tener el piloto automático y tiene que tomar muchas decisiones y tener muchas discusiones”.

Seguidamente, aprovechó una entrevista concedida por el propio Esteban, a quien doró la píldora describiéndole como “una persona inteligente y una buena persona” y le confesó que le “sigue mucho”, para entresacar de ella una llamada del portavoz del PNV a “distinguir el trigo de la paja”. Traduciéndola al Ingreso Mínimo Vital, concluyó que “lo importante para la sociedad española y para la sociedad vasca es que nos pongamos de acuerdo en unos grandes acuerdos de reconstrucción para proteger el tejido productivo y también la justicia social”.

Iglesias terminó su intervención inicial elogiando también al PNV. Afirmó que “no puede faltar en esos acuerdos” y aseguró que no se le “caen los anillos en reconocer” que el PNV “siempre ha sabido distinguir lo importante de lo accesorio”. “Contamos con ustedes, señor Esteban”, le emplazó.

Sin embargo, el portavoz nacionalista se zafó de esas alabanzas que podrían neutralizar su beligerancia con un irónico “sí, claro”, y concretó que el vicepresidente, que es “muy inteligente”, sabía perfectamente que él se refería a los anuncios sobre el ingreso mínimo que había hecho Iglesias de “medidas inmediatas” y “ruedas de prensa que la otra persona que tenía que darlas desconocía”; es decir, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Una descoordinación que, según recordó, se habían producido “varias veces”.

Esteban prosiguió que, precisamente porque el PNV da importancia a estas cosas, “esto no puede convertirse en una carrera a ver quién saca la cabeza” porque “no contribuye a una buena imagen del Gobierno” y, sobre todo, “puede poner en peligro los acuerdos posibles” y que haya una mayoría parlamentaria suficiente”.

En concreto, recordó que en el País Vasco ya hay una renta básica en vigor y que, según cómo diseñe el Ejecutivo central la suya, “puede haber problemas jurídicos, económicos, incluso cuestiones de transferencia competencial”. La existencia de estas rentas autonómicas fue precisamente el motivo que alegaron Escrivá y la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, para posponer unos meses su aprobación.

“No es baladí que podamos cohonestar eso de manera anterior a que ustedes definan sus acuerdos”, puntualizó Esteban, reprochándole claramente que no consultara al Gobierno vasco antes, si bien reveló que el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, ha llamado en los últimos días a la consejera de Políticas Sociales. “Si quiere éxito, más diálogo con los posibles socios y menos prisas”.

En su segundo turno Iglesias emplazó a su interlocutor a comprender sus prisas citando las mismas razones que expuso ante el PSOE y la opinión pública. “Seamos sensibles, señor Esteban. Usted y yo no tenemos ningún problema para llegar a fin de mes”, constató. “Pero hay gente, alguna también en Euskadi, que tiene verdadera angustia porque no llega a fin de mes”.

El vicepresidente recordó que esa gente, confinada en su casa, no tiene ocasión de hacer trabajos informales para ganar algo de dinero y, aunque concedió que “a veces las prisas son enemigas de la eficacia”, remarcó que la responsabilidad de los políticos es quitarse “horas de sueño para que ese Ingreso Mínimo Vital”, que aceptó que “lógicamente tiene que ser negociado con las comunidades autónomas”, llegue al bolsillo de ciudadanos que “no pueden esperar”.

(SERVIMEDIA)
22 Abr 2020
KRT/mjg