Este martes se retomó la actividad laboral en algunos sectores después de que la Semana Santa concluyera este lunes, festivo en ocho comunidades autónomas (Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra, La Rioja y País Vasco)

Los datos del cuadro de mando de la Dirección General de Tráfico (DGT), analizados por Servimedia, reflejan que los movimientos de largo recorrido por carretera (es decir, al menos 50 kilómetros) descendieron desde este martes hasta este jueves a cerca de un 60% en comparación con días sin estado de alarma.

Algo parecido ocurrió en jornadas laborales antes del real decreto-ley que cerró la actividad económica no esencial desde el 30 de marzo al 12 de abril. El Viernes Santo se produjo un récord del 92,3%.

En el caso de los viajes largos por carretera, el tráfico de vehículos ligeros (coches, motos y furgonetas) descendió entre el martes y el jueves alrededor de un 70%, cuando la caída fue del 80% en los días laborables antes de las dos semanas con permiso retribuido recuperable. También en Viernes Santo se produjo el mayor desplome durante el estado de alarma (95,2%).

Algo semejante ocurre con los vehículos pesados (camiones, principalmente) en los desplazamientos largos, donde los descensos desde el martes rondaron el 30%, cuando en los días laborales antes del real decreto-ley estaban en torno al 45%. La jornada con menos camiones en carretera también fue el Viernes Santo (-81,2%).

CIUDADES

Por otro lado, el tráfico de entrada y salida de las principales ciudades de España descendió un 65% este jueves, algo parecido a antes del cierre de la actividad económica no esencial. El Viernes Santo fue del 93%.

El tráfico urbano bajó en torno al 74% de martes a jueves de esta semana, cuando era del 80% en los días laborables antes del real decreto-ley. En este caso, se desplomó un 92% el Viernes Santo.

Y el tráfico fronterizo de España con Francia y Portugal ha bajado cerca de un 75%, algo similar a días anteriores al cierre de los trabajos no esenciales. La caída rondó el 80% en las jornadas laborables en las que no se permitió la actividad económica imprescindible. Y el Viernes Santo también fue el día con el mayor descenso desde que se decretó el estado de alarma (94,4%).